Antonio Spadaro: “La oposición al Papa hace ruido, pero no bloqueará la reforma”

‘Vida Nueva’ entrevista al jesuita y director de ‘La Civiltà Cattolica’

Antonio Spadaro, SJ, director de La Civiltà Cattolica

JAVIER DARÍO RESTREPO (BOGOTÁ) | Hace doce años comenzó a escribir en la publicación de mayor influencia en la Iglesia –La Civiltà Cattolica–; Benedicto XVI lo nombró consultor del Pontificio Consejo de la Cultura y después del extinto Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales; es coordinador de las actividades culturales de la Compañía de Jesús en Italia; llegó a ser mundialmente conocido cuando, al principio de su pontificado, le hizo a Francisco su más completa y reveladora entrevista, en la que los medios descubrieron el especial carisma del Papa con la comunicación. Al otro lado de la mesa, Antonio Spadaro trincha, con habilidad de cirujano, un lomo cubierto de salsa. Se ha servido una copa de vino tinto que toma a pequeños sorbos mientras responde.

PREGUNTA.- ¿Dispondrá Francisco del tiempo que necesita para culminar la reforma de la Iglesia?

RESPUESTA.- El Papa no repara en el tiempo, porque sabe que no depende de él, sino de Dios. Juan XXIII empezó un proceso extraordinario. No tuvo tiempo, se fue antes; pero el proceso continuó.

P.- ¿Tendrá la fuerza suficiente para combatir la oposición?

R.- El Papa es muy sereno, no se turba con la oposición. Él me ha dicho que va adelante con esto; y desde que fue electo siempre sintió paz y consolación. Confía mucho en el proceso, porque no es suyo, sino de Dios. Y las oposiciones están, pero no son como parecen. Hacen mucho ruido, pero son siempre las mismas personas, y no bloquearán el proceso de reformas.

(…)

P.- Teológicamente, eso está claro. Pero esa traducción de lo teológico a lo estructural en la Iglesia es mucho más lenta…

R.- La estructura cambia como conclusión del proceso. Lo primero es el cambio interior. Este proceso avanza con una conciencia clara por parte de Francisco: él no quiere la reforma de la Iglesia, sino que Cristo esté en el centro de la Iglesia y después la reforma. Es una visión muy cristocéntrica. Él no quiere ser un revolucionario ni un reformador, pero quiere la conversión. Porque es Cristo quien desde dentro convierte la estructura. Una visión espiritual de la reforma. Por ejemplo, un elemento importante: dentro de la reforma de la Iglesia se da la reforma de la Curia…

Publicado en el número 3.010 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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