Las empresas podrían perder un beneficio tributario que donaban a estas instituciones para becas y otras actividades académicas.
Cientos de estudiantes de las universidades privadas de Uruguay podrían llegar a perder sus becas en 2017. Esto sería posible si prospera un aditivo que propone eliminar la posibilidad de deducir del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) las donaciones que se hagan a las universidades privadas, recientemente votado por la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, en el marco de la discusión por la Rendición de Cuentas.
La alarma de las autoridades de las universidades privadas fue tan grande que el lunes 1 de agosto, los rectores de las universidades Católica, ORT, Montevideo, de la Empresa y del Centro Latinoamericano de Economía Humana (Claeh) –las instituciones más afectadas por este aditivo– se reunieron con el sub secretario de Economía, Pablo Ferreri.
El rector de la Universidad de Montevideo, Juan Manuel Gutiérrez, aseguró que las universidades privadas pedirán explicaciones a los legisladores y confirmó que Ferreri les brindó apoyo y confirmó que la postura del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es la dada por el ministro Danilo Astori, quien había asegurado que “es necesario mantener condiciones de equidad desde el punto de vista del apoyo a toda la enseñanza superior del país”.
Fuentes del MEF aseguraron que “el sistema viene funcionando bien” y que “no hay razón ni mérito para excluir a las cinco universidades privadas del régimen”.
En su fundamentación, Gutiérrez explicó: “Es una medida que golpea a la gente, a los estudiantes del interior, a los que vienen de liceos públicos, o a los que vienen de liceos privados y necesitan la beca”.
Por su parte, el rector del Claeh, Andrés Lalanne, reclamó debatir el régimen de exoneraciones impositivas a las donaciones por fuera de la Rendición de Cuentas y en una discusión con acuerdos a largo plazo, ya que esta leyes persiguen otros objetivos. Asimismo, sostuvo: “es erróneo considerar que los beneficios fiscales para los donantes son un ‘beneficio’ para las universidades privadas, si no un recurso para hacer actividades de contribución a la sociedad que las instituciones no tendrían por qué hacer y que no se podrían realizar sin ese dinero”.
Ante la discusión, el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic Rodríguez, se mostró a favor de la eliminación de los beneficios tributarios para las empresas que donen a universidades privadas. Se manifestó indicando que “si existe voluntad del gobierno de subsidiar algunas de las actividades de las universidades privadas, se puede hacer en forma directa”.
El cardenal arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, cuestionó la medida propuesta por el Frente Amplio. Desde su cuenta de Twitter planteó: “A la hora de querer mejor educación. ¿Qué sentido tiene una medida contra las universidades privadas?”.
También hizo su reclamo por Twitter Jaime Fuentes, obispo de Minas. En la red social interrogó: “¿Saben los sres. legisladores cuántos alumnos sin recursos y ahora becados dejarán por el camino?”
Por otro lado, una particular discusión tuvo el obispo de Canelones, Alberto Sanguinetti. También por Twitter compartió el artículo “Golpe a universidades privadas: sacan beneficios por donaciones” de la edición del 30 de julio del diario El País. Gérson B. Vila, edil del Frente Amplio de la Legislatura Departamental de Canelones, le contestó: “Lo que realmente le molesta @sanguinettimon2 es el poder que va perdiendo el clérigo sobre el Estado”; a lo que el obispo replicó: “@GersonVilaUy No me molesta. Lamento el estatismo frente a la libertad de enseñanza y de aprender”.
Para beneficiar a la educación pública
Como una forma de recuperar fondos para la educación pública el partido frenteamplista Ir, liderado por la diputada Macarena Gelman, presentó la modificación quitar el beneficio de exoneración impositiva a las empresas que realicen donaciones a las universidades privadas. En seguida, el proyecto contó con el apoyo de todos los sectores oficialistas.
“La idea es tender a que el Estado beneficie a la educación pública, que es de libre acceso. No en perjuicio de nadie, sino en beneficio de la educación pública”, explicó la diputada a la prensa, a la vez de señalar que la propuesta no abarca la exoneración sobre donaciones dirigidas a escuelas y liceos.
En Uruguay, empresas y particulares donaron durante 2015 más de un millón y medio de dólares a las cinco universidades privadas, casi medio millón más de lo que recibieron las facultades de Ciencias Económicas, Veterinaria, Agronomía, Arquitectura, Ingeniería, Odontología y Química de la Universidad de la República. Buena parte de estas donaciones provienen de empresas que pueden descontar hasta un 75 por ciento de lo que pagan por el IRAE y por el Impuesto al Patrimonio.
R. P. MONTEVIDEO
