Infancia Misionera 2016: los niños misioneros gritan “¡Gracias!”

El 24 de enero la Iglesia celebra esta Jornada, promovida por OMP



JOSÉ BELTRÁN | “Muchos han tenido que ir a buscar en el mapa dónde estaba el país”, bromeaba Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificias (OMP), durante la presentación hoy jueves 14 de enero de la Jornada de la Infancia Misionera. Bajo el lema Gracias, el domingo 24 de enero, OMP busca educar a los niños en la solidaridad misionera, en la oración y en la ayuda económica. Y es que, para explicar cómo los niños ayudan a otros niños ha echado mano de Yibuti, un pequeño país situado al sur del Mar Rojo, en Cuerno de África.

“Yibuti es un lugar estratégico en lo social y político, pero indescriptible en lo eclesial, donde los católicos no llegan a un 1%, pero la Iglesia es fundamental en materia de acogida de refugiados y en la labor educativa”, explicó Gil para presentar el proyecto financiado por la Infancia Misionera: la labor educativa eclesial que permite atender a través de once escuelas a 2.700 alumnos. Al frente se encuentra Mark Desser, vicario general de Yibuti.

“Soy padre de una pequeña familia y tengo el mismo cariño por mis niños que ustedes pueden tener por sus hijos”, explicó este sacerdote que nació en Michigan hace 33 años. Perteneciente a Los Siervos de los Pobres, completó sus estudios de sacerdocio en Tarazona y desde 2011 sirve en Yibuti. Ahora está al frente de una escuela de alfabetización entre los últimos del país y un centro de formación profesional.

“Soy el cura de los niños musulmanes”

Ninguno de sus alumnos son cristianos. “No somos autosuficientes porque somos una Iglesia pequeña, pero no puedo más que decir ‘gracias’ a todos los que nos ayudan, desde Propaganda Fide –institución papal responsable de la labor misionera– a mis padres, que también aportan lo suyo”, comenta Desser.

“Los padres de nuestros alumnos, aunque son musulmanes, nos piden que les hablemos de Dios”, explica todavía sorprendido. “Nuestras escuelas de moral se han convertido en punto de encuentro con la otra religión. No tienen complejo alguno, como nosotros en Europa, para hablar de Dios, para buscar la verdad que todos tenemos grabada en nuestros corazones”. “Soy el cura de los niños musulmanes”, afirma con rotundidad.

Sobre las recientes oleadas de atentados islamistas, comentó que “el radicalismo en el islam es una amenaza en todas partes”, consciente de que “la comunidad con la que trabajo quiere la paz y es en el día a día y en el trato personal cuando se salva”.

La solidaridad de los niños españoles

Después de haber financiado 2.699 proyectos en 2014 como este de Yibuti, a través de Infancia Misionera en 2015 se reunieron 17,3 millones de euros en todo el planeta para poder financiar nuevas iniciativas. Los niños españoles, con sus ahorros y sus oraciones, recaudaron 2,7 millones de euros que pusieron en marcha 385 proyectos en 37 países, teniendo así la mano a 245.393 niños. De ahí, el porqué también de ese ¡Gracias! del lema de este año. Como explica Anastasio Gil, tanto en las parroquias como en los colegios se buscará en estas semanas trabajar con los chavales “para darse cuenta de que todo lo que son y lo que tienen es fruto de la gratuidad”.

Así, a través de Infancia Misionera, la Iglesia es pionera en la defensa de la Infancia presentando a los niños como donantes y beneficiarios, pues se adelantó 80 años a la Declaración del Niño de Ginebra y un siglo a la creación de Unicef.

 

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