La Búsqueda del Grupo Ecuménico de Mujeres Constructoras de Paz

Una experiencia religiosa que no sea un factor de división ni de conflicto sino un punto de apoyo y una motivación para resistir en medio de los desafíos que presenta la actualidad a las comunidades. Así explica Rosa Helena Mahecha, integrante del Grupo Ecuménico de Mujeres Constructoras de Paz, el aporte de la articulación en el contexto de Barrancabermeja (Santander). El colectivo se propone brindar espacios para que las comunidades pongan en común propuestas de vida y de libertad en medio de una realidad compleja como la suya.

¿Cuáles son los principales obstáculos para la construcción de paz en Barrancabermeja?

Según esta líder social, el empobrecimiento de las comunidades por cuenta de la extracción de petróleo, oro y uranio y como consecuencia de la transformación de las prácticas tradicionales de producción debido a la implementación a gran escala del cultivo de la palma de aceite. A ello se suman la expropiación y la reubicación obligatoria de comunidades enteras debido a megaproyectos como la Ruta del sol. Los grandes intereses, con apoyo estatal y sapiencia jurídica, dividen a las comunidades, compran su fuerza de trabajo a expensas de la desintegración de la organización social. “Las personas que son objeto de estos proyectos no saben cómo defenderse; la mayoría termina por ceder o negociando siempre a pérdida. Se ha tratado de organizar, de hacer análisis de la realidad”. Es parte de las acciones que adelanta el colectivo.

Como consecuencia de esta lectura social se han estudiado problemas económicos y ambientales de la región. Es el caso de la modernización de la refinería, que se tenía prevista para Barrancabermeja, un proyectó que se trasladó para Cartagena, dejando a la población local del Magdalena Medio en la zozobra: “hasta hace un año siempre le decían a los barranqueños: ‘tranquilos, que la modernización de la refinería va’. Se hicieron préstamos para construir vivienda, para hacer proyectos; mucha gente llegó y se endeudó con bancos, pensando en la posibilidad de un trabajo, de un reactivación de la economía”. Hay preocupación, además, porque dos enormes basureros podrían ser construidos en la región para contrarrestar el hecho de que el basurero de La Cascajera, en Bucaramanga, llegó a su tope de capacidad. Un examen ambiental da cuenta de los impactos de esta iniciativa sobre las fuentes hídricas de la zona.

A estas problemáticas, se añade, según Rosa Helena Mahecha, la persecución contra la lucha social. El caso del defensor de derechos humanos David Ravelo es, quizá, el más emblemático. Condenado a 18 años de prisión, Ravelo lleva cinco años en la cárcel por el asesinato en 1991 de David Núñez Calea, exsecretario de Obras Públicas de Barrancabermeja. Para pelear por su inocencia ha llevado el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Espiritualidad de la vida

Rosa Helena fue una de las participantes durante el III Encuentro Nacional de la Mesa Ecuménica por la Paz. A su parecer, la espiritualidad permite que las comunidades superen el dolor, la exclusión y el sometimiento que están viviendo en regiones golpeadas por la guerra y la injusticia. Hay un gran aporte allí donde se remplaza la imagen de un Cristo opresor por la de un Cristo de la vida, que libera. ¿Cómo vivir el Amor eficaz en el contexto de Barranca? “Como descubrió Camilo Torres que se materializa: en la solidaridad y en el trabajo conjunto de las clases menos favorecidas; de las víctimas. En la región del Magdalena Medio tenemos grupos de víctimas del conflicto armado, como el Colectivo 16 de mayo o los Familiares del 28 de febrero; Asfades; Trabajadores y trabajadoras de derechos humanos; procesos como Mujeres, paz, pan y vida, que son mujeres de base, que tratan de dignificar su vida a través de la autogestión, la sobrevivencia y la formación… entonces, ese es el Amor eficaz, el que descubrió Camilo en el Evangelio: lo que proponía Jesús”.

Texto: VNC foto: GEMPAZ