“El sistema penitenciario y la justicia penal mantienen estructuras que contribuyen a la degradación y deshumanización de las personas privadas de libertad, incluso en los ámbitos de adolescentes infractores”. Esta denuncia fue realizada por los agentes de Pastoral Penitenciaria de todas las diócesis de Uruguay, en el marco de su VI Asamblea Nacional. Además, afirman que “persisten carencias edilicias y una insuficiente formación en general de los encargados de custodiarlos”.
Pero, al mismo tiempo, también destacaron “la apertura a iniciativas de formación” académicas y en oficios, que ayudan a su “crecimiento como personas”.
Asimismo valoraron especialmente la apertura de las Escuelas de Convivencia sin violencia, que “favorecieron la disminución de este modo de relacionamiento en los recintos” y que, según sostienen, “logró cambios que se verán reflejados en la conducta de los internos luego de su egreso”.
Desde esta declaración llamaron a los pastores, para que continúen “apoyando y animando a los grupos de Pastoral Penitenciaria en su labor de acompañamiento” e invitaron a los demás actores sociales vinculados a esta realidad a “continuar aportando en la construcción de una sociedad más justa y más fraterna”. “Valoramos especialmente el acompañamiento que realizan día a día muchas mujeres (abuelas, madres, hijas, etc.) a los privados de libertad, venciendo todas las dificultades que se les puedan presentar”, remarcó el mensaje.
“Más allá del pecado, más allá de la categoría social a la que podamos pertenecer”, el Señor “sabe ver más allá de las apariencias” y “ha venido a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás”, concluye el comunicado.
MARTÍN DE SALTERAIN. MONTEVIDEO
