Miguel Márquez, nuevo superior provincial de la nueva provincia de los carmelitas descalzos

Miguel Márquez, superior provincial de la Provincia Ibérica de Santa Teresa de Jesús

Elegido superior provincial de la nueva provincia de los carmelitas descalzos

Miguel Márquez, superior provincial de la Provincia Ibérica de Santa Teresa de Jesús de los carmelitas descalzos

MARÍA GÓMEZ | Muchas órdenes religiosas se enfrentan en España a la reunificación de sus obras, dada la necesidad de sumar esfuerzos y superar las dificultades que se derivan del envejecimiento de sus miembros y la falta de vocaciones. La última es la Orden de los Carmelitas Descalzos, que acaba de unificar cinco provincias en una sola: la Provincia Ibérica de Santa Teresa de Jesús. A ella pertenecen 300 religiosos de España (excepto la provincia de Navarra), el vicariato de Uruguay-Bolivia-Paraguay y África Occidental (Burkina Faso, Togo y Costa de Marfil).

El decreto de erección de la nueva provincia se firmó en Roma el 8 de septiembre de 2014, y del 4 al 12 de febrero se ha celebrado el primer capítulo extraordinario, encargado de nombrar al nuevo equipo de gobierno.

El elegido como superior provincial, hasta 2017, ha sido Miguel Márquez (Plasencia, Cáceres, 1965), provincial de la extinta provincia de Castilla desde 2009, exitoso autor de libros sobre espiritualidad y que cuenta entre sus últimos hitos el haber dirigido los recientes ejercicios espirituales de los obispos españoles.

Desde el Seminario Diocesano de Ávila, donde se ha celebrado la asamblea capitular, el P. Miguel confiesa a Vida Nueva: “Me siento pequeño, muy limitado, abrumado, pero confiando en aquellas palabras que escuché en la liturgia del día después de haber sido elegido: ‘Nunca te dejaré ni te abandonaré’ (Heb 13, 5). Pero también siento que, siendo consciente de este barro del que estoy hecho, el Señor podrá hacer su obra si permanezco en humildad y confianza. Quiero poner esta confianza al servicio de mis hermanos, con empeño y corazón”.

El capítulo se ha desarrollado en un ambiente “fraterno y cálido, de mutuo conocimiento”, asegura Márquez, si bien, lógicamente, “hay inquietud por el futuro, incertidumbre por cómo afrontarlo con las fuerzas que tenemos”.

Confianza mutua

Ya en su primera homilía como superior provincial, hizo varias llamadas a la necesidad de “no tener miedo” y no dejarse “arrastrar por psicologías de derrota”, algo similar a lo que les dijo el padre general, Saverio Cannistrà, en la inauguración del capítulo.

“El mensaje que queremos transmitir con esta reunificación no es de optimismo ingenuo ni falsa esperanza –explica el P. Miguel–. Queremos partir de la constatación de la realidad, sin desviar la mirada o arrugarnos ante lo que tenemos por delante. El padre general nos dijo unas palabras muy claras, invitándonos a hacer un camino juntos como comunidad de hermanos que se quieren y tienen confianza unos en otros. Esto es esencial. Se ha resaltado en varios momentos que se trata de un giro radical, o no estaremos afrontando bien el paso que nos toca dar”.

“Ante lo nuevo siempre hay incertidumbre, pero es tiempo de ‘aventurar la vida’”, dice Fernando Donaire, uno de 56 padres capitulares. También siente que el ambiente ha sido “distendido y sincero, y a la vez profundo. Después de casi cinco años de reflexión, vivimos este momento fundamentalmente con ilusión y espíritu de acogida”.

“La nueva provincia es mucho más que una reestructuración jurídica: toca lo más profundo de nuestra vida. Intentaremos priorizar aquellas presencias más significativas para nuestra espiritualidad teresiano-sanjuanista”, desea Donaire.

El acento se quiere poner, sobre todo, en la formación de los jóvenes, la pastoral vocacional y el cuidado de la vida fraterna. “Y todo esto desde el tesoro de nuestra vida, que es el cultivo de la espiritualidad y el trato de amistad con Jesús, el ‘capitán del amor’, como le llamaba Teresa”, insiste Márquez.

En las tareas de gobierno le acompañará el nuevo consejo provincial, formado por un miembro de cada una de las provincias suprimidas: Pedro T. Navajas (Burgos), Agustí Borrell (Cataluña y Baleares), Francisco Berbell (Andalucía) y José Fco. Santarrufina (Aragón y Valencia).

De la mano de Santa Teresa

“Comenzar esta aventura en el año del V Centenario y bajo la mirada de Teresa es un regalo y a la vez un desafío: el regalo de poder seguir encarnando su mensaje a través de la revitalización de nuestra vida, y el desafío de ‘ser tales’, como diría ella”, explica ilusionado Fernando Donaire.

Miguel Márquez lo describe de manera muy gráfica: “Santa Teresa está siendo un torrente, un huracán de gracia y de vida, como ya sospechábamos. Es una hermosa coincidencia que la provincia nazca ahora, y le pedimos a ella que nos lleve de la mano, que haga de alumbradora de esta nueva vida que surge”.

En el nº 2.929 de Vida Nueva

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