Premios “Dignidad Santa María Eufrasia Pelletier”

La Fundación Buen Pastor orienta sus esfuerzos a dignificar a mujeres en situación de prostitución, ofreciéndoles acompañamiento. Para celebrar 10 años de trabajo en la localidad de Santa Fe (Bogotá), la entidad quiso resaltar la labor de personas e instituciones que trabajan por la dignificación y rescatan entre las mujeres un espíritu de solidaridad y generosidad, convirtiéndose así en ejemplos de vida profesional. El 31 de julio se llevó a cabo una ceremonia de premiación para destacar la entrega de Inés Borja, Jineth Bedoya, Marina Ordóñez, Ofelia Rivera, Guillermo Romero y de los empresarios de Tablegres y Ovíndoli.

Vida Nueva conversó con una de estas personas para explorar las dimensiones de su esfuerzo en favor de la mujer y la importancia del liderazgo femenino en contextos de vulnerabilidad social.

ASOMUMEVIR

Inés Borja es la presidenta de la Asociación Mutual de la Mujer por un Mejor Vivir (ASOMUMEVIR), una organización con 13 años de trabajo en Ciudad Bolívar, que ha beneficiado a habitantes del barrio Divino Niño y a pobladores de Mochuelo Bajo, Mochuelo Alto y Pasquilla. Inés descubrió su liderazgo social como beneficiaria de un centro de salud comunal. Más tarde se convirtió en parte de un equipo de trabajo que se ocupaba de visitar familias para dar cuenta de las condiciones de vida en que vivían. Esa experiencia le dio un profundo conocimiento de las necesidades de sus vecinos.

La labor de Inés como promotora de salud vitalizó su liderazgo y la fortaleció para apostarle a la cooperación en medio de situaciones de precariedad, que ella misma afrontaba. En 2001 comenzó a pensar seriamente en la posibilidad de dar vida a una asociación de vecinos que fomentara entre los habitantes del barrio el interés por trabajar colectivamente en el mejoramiento de sus condiciones de vida. Con la participación activa de un conjunto de madres cabeza de familia como Inés, ese año nació ASOMUMEVIR.

Fundación El Buen Pastor

La Fundación El Buen Pastor promueve el bienestar social, para el desarrollo integral de las mujeres, niñas y adolescentes afectadas por problemáticas de exclusión social, como la explotación sexual y laboral, el tráfico de personas y la prostitución, ocasionadas por fenómenos de pobreza, desplazamiento forzado, desempleo, analfabetismo, entre otros.

En 13 años de existencia, la asociación ha adelantado diferentes programas. Entre ellos se encuentra la entrega de auxilios nutricionales para población infantil y de la tercera edad; la creación de una biblioteca comunitaria y el inicio de un programa de refuerzo escolar y recreativo. En el área de la salud también han coordinado diferentes ayudas como, por ejemplo, servicios de optometría y odontología.

ASOMUMEVIR ha logrado brindar capacitación laboral a muchas personas de la comunidad gracias a alianzas con entidades como el SENA y el Instituto Ramón Briceño, y a nivel de vivienda ha logrado canalizar ayudas de diferentes instituciones para el mejoramiento habitacional de distintas familias.

Un giro de vida

Miriam-Gartor La disposición de Inés para aportar a la construcción de su comunidad y al empoderamiento de las mujeres del sector tiene su origen en una opción por “darle un giro a la vida en favor de los demás”. Según indica, han sido muchas las contrariedades que en su vida ha debido superar. Como en el caso de muchas mujeres, sufrió por cuenta del maltrato y su historia estuvo marcada por el sufrimiento. Sin embargo, Inés descubrió que en medio de sus dificultades se abría paso la posibilidad de servir a los demás y en especial a mujeres que atravesaban por lo mismo, o por situaciones aún peores. La solidaridad la ha dignificado y ha dignificado el trabajo de su comunidad. He aquí lo que las religiosas del Buen Pastor quisieron destacar el 31 de julio y la razón por la cual personas solidarias como Inés se convierten en un ejemplo para la población que anima la Fundación.