El día anterior, Francisco celebró su 77º cumpleaños con personas sin hogar
ÁLVARO ESPINOSA MALAGÓN | El Papa centró su catequesis de este 18 de diciembre en el significado de la Navidad y el nacimiento de Jesús, ante más de 50.000 peregrinos. Según las cifras que acaba de ofrecer el Vaticano, más de un millón y medio de personas han asistido a las 30 audiencias que Francisco concedió durante los nueve meses de su pontificado.
En su catequesis, el Papa comenzó explicando que la Navidad “es la fiesta de la esperanza y la confianza”, y realizó un llamamiento al verdadero significado de este período, alejándose del afán consumista “Dios se abaja, se hace pequeño y pobre. Por eso, si queremos ser como Él, no podemos situarnos por encima de los demás, con vanidad, sino que tenemos que ponernos al servicio de los demás, ser solidarios, especialmente con los más débiles y marginados, haciéndoles sentir así la cercanía de Dios”.
El segundo asunto en el que incidió fue en el nacimiento de Cristo, y nos invitó a tratarnos como hermanos, ya que “Jesús, en su encarnación, se comprometió con los hombres hasta el punto de hacerse uno de nosotros, el trato que nosotros les damos a nuestros hermanos o hermanas se lo estamos dando al mismo Jesús”.
Además, volvió a recordar que Jesús no tuvo una vida fácil y sufrió como cualquier creyente: “El Verbo no se ha encarnado en un mundo ideal, sino que ha querido compartir nuestras alegrías y sufrimientos, y demostrarnos que Dios se ha puesto de parte de los hombres, con su amor real y concreto”. Y resaltó que este ejemplo es lo que mantiene la esperanza del día a día para combatir las injusticias: “Nos regala una energía espiritual que nos sostiene en medio de las luchas de cada día”.
Finalmente, Francisco tuvo palabras de recuerdo para los grupos llegados de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Y no quiso olvidarse del equipo de fútbol del que es seguidor, el San Lorenzo de Almagro, que se proclamó campeón de la Liga Argentina el pasado domingo y que acudió a Roma para ofrecer el título al Santo Padre.
La mañana también nos dejo otra imagen curiosa, cuando el Santo Padre se puso una txapela, regalo de la asociación de Amigos de la Boina de Vizcaya.
Primer cumpleaños como Papa
Todo ello ocurría después de la jornada del martes 17, en la que Jorge Mario Bergoglio cumplió 77 años. Si la correspondencia que recibe el Papa es cuantiosa un día normal, en el día de su cumpleaños se multiplicó, llegando cartas de todos los lugares del mundo, especialmente de su Buenos Aires natal.
El primer pontífice latinoamericano y jesuita de la Iglesia Católica, recién nombrado además ‘Personaje del Año’ por la revista Time, quiso celebrar su primer cumpleaños como Papa con cuatro indigentes, a los que invitó a desayunar en la residencia Santa Marta, junto al personal de trabajo, en un clima distendido y muy familiar.
