El debut de Ahora, Papa Francisco llenó el patio del monasterio de Santa Catalina

“De acá al Vaticano no paramos”. La euforia del músico José Pepe Colángelo, apenas bajó del escenario, era entendible. Acababa de estrenar junto al cantor Edmundo Muni Rivero el tango Ahora, Papa Francisco, que –sin haber sido distribuido comercialmente– provocó una salva de aplausos en los 400 espectadores que acudieron a escucharlo al monasterio de Santa Catalina, en el microcentro porteño. La excusa para la cita del 6 de noviembre pasado fue el primer aniversario del lanzamiento de la edición Cono Sur de Vida Nueva y, por la repercusión que la noticia del estreno tuvo en los medios de todo el mundo, parece otro de los efectos culturales del pontificado de Jorge Mario Bergoglio. De quien se sabe que es tanguero desde joven y –dice una de las periodistas que más lo conoce– todas las madrugadas, al levantarse en Buenos Aires, le hacía dúo a la radio.

Entre la audiencia que colmó completamente el patio interior del edificio construido en 1745,  hubo gente muy diferente entre sí que se sintió convocada por el tango, por el Papa o por ambos. Desde políticos como Ricardo Alfonsín y su tocayo López Murphy, hasta el empresario Cristiano Ratazzi y la modelo Lara Bernasconi. También el humorista gráfico Quino y el ilustrador Hermenegildo ‘Menchi’ Sábat, y funcionarios como el ministro de Turismo porteño, Hernán Lombardi y el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri.

En el evento, denominado “Un tango para Francisco”, también se presentaron la expresiva cantante Liliana Cassini junto con el Trío López Gallese, cuatro parejas de baile dirigidas por Héctor Falcón –impecables– y una muestra de imágenes de Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, tomadas por el fotógrafo Enrique Cangas.

Antes de arrancar, se repartieron entre los espectadores postales con la foto del Papa con su solideo blanco de un lado y la letra Ahora, Papa Francisco en el dorso. Todo el mundo quiso quedarse con una.

Regalo en digital

Hace pocos meses, la orquesta dirigida por Colángelo con Rivero en la voz fue grabada en video interpretando el tango dedicado a Jorge Bergoglio, material que se incluyó en el iPad que el periodista Sergio Rubin, en representación del canal TN, le regaló al Papa en su viaje a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud. Las palabras de agradecimiento del pontífice en ese momento alentaron la idea del estreno público del tango en el Monasterio de Santa Catalina con un evento solidario: durante todo el show y la previa circularon las alcancías de Cáritas Buenos Aires, solicitando donaciones para los que menos tienen.

El encuentro no fue solo fruto del festejo por Vida Nueva, ya que fue indispensable la participación de la Iglesia y Monasterio Santa Catalina –que dirige el padre Gustavo Antico–, el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuyo responsable es Hernán Lombardi, Fernández Ivern Comunicaciones y la productora de espectáculos Beat 54.

Fue justamente el padre Antico, en su rol de anfitrión, quien presentó el espectáculo: “Un tango para Francisco es, en primer lugar, una ocasión muy linda que tenemos para celebrar y volver esa buena noticia que tuvimos el 13 de marzo”. Y agregó: “Pensamos mucho las palabras de Francisco que nos invitaron a ser una Iglesia para los pobres, por eso este evento tiene como finalidad ayudar a Cáritas”. Enseguida, el padre Rodrigo Vázquez, capellán de la asociación gaucha Cura Brochero hizo un breve análisis del tango y su relación con la religión.

Después de las palabras, fue el turno del piano potente del histriónico Colángelo, que en diálogo con el preciso bandoneón de ese joven maestro que es Horacio Romo, el violín de Fabián Bertero, el contrabajo de Sergio Rivas y la poderosa voz de Rivero, le pusieron un cierre de dos por cuatro a la noche cálida. Los que saben dicen que a Francisco no le gusta ir a reuniones sociales, pero algo indica que le hubiera gustado mucho estar ahí. Como buen porteño que es.

Un poeta tanguero

El autor de la letra de Ahora, Papa Francisco es el recientemente fallecido Enrique Bugatti. Fue un hombre de muchas actividades: periodista parlamentario, poeta, letrista –sus temas fueron cantados por Eladia Blázquez, Atilio Stampone y Edmundo Rivero– pero sus amigos lo definieron como a alguien de “estirpe tanguera”.

Se desempeñó en las agencias Tel Press, Saporiti y EFE, en Clarín, y en las revistas Primera Plana, Mercado y Somos. En 1987 había recibido un diploma al mérito Konex en la categoría Comunicación/Periodismo.

RICARDO MOSSO