La urgente renovación interna de la Iglesia

papa Francisco con los representantes del CELAM JMJ Río 2013

El Papa se reúne en Río con el Consejo de Presidencia del CELAM

papa Francisco con los representantes del CELAM JMJ Río 2013

ÓSCAR ELIZALDE. RÍO DE JANEIRO | Cuando los miembros del Consejo de Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) se reunieron con Francisco el 25 de abril en Roma, le manifestaron su intención de trasladar la reunión general anual de coordinación de este organismo, que generalmente se celebra en Bogotá, a Río de Janeiro, durante los días de la JMJ. Bergoglio les manifestó su deseo de saludarlos y animarlos en su trabajo. Ese fue el origen del encuentro que mantuvo con estos cardenales y obispos latinoamericanos, el 28 de julio, antes de regresar a Roma.

En sus palabras de saludo, Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla (México) y presidente del CELAM, dijo que el entusiasmo y la entrega del Pueblo de Dios que ha puesto su alegría y su confianza en Francisco están indicando que “se ha desatado un fuerte dinamismo del Espíritu Santo”, que deberá ser correspondido por los pastores de la Iglesia.

Francisco, por su parte, no dejó pasar la oportunidad para urgir a la renovación interna de la Iglesia, en diálogo con el mundo actual, teniendo a Aparecida como referente esencial para la Misión Continental y llamando la atención sobre algunas tentaciones del discipulado misionero. Sus palabras al CELAM y a los cardenales y obispos brasileños –el día anterior– son el mejor legado eclesiológico que deja la JMJ para Latinoamérica y el Caribe.

Bergoglio, quien fuera coordinador del comité de redacción del Documento Conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en 2007, comenzó señalando cuatro características peculiares de Aparecida: antes que un Instrumentum laboris, Aparecida parte de un ejercicio de escucha de “las preocupaciones de los pastores ante el cambio de época y la necesidad de recuperar la vida discipular y misionera con la que Cristo fundó la Iglesia”; la “música funcional” que acompañó a la V Conferencia no fue otra que el ambiente de oración con el Pueblo de Dios; Aparecida no concluye en un documento, sino que se prolonga con un compromiso: la Misión Continental; y es la única Conferencia General que ha tenido lugar en un santuario mariano.papa Francisco con los representantes del CELAM JMJ Río 2013

En clave misionera

Estos trazos sobre el contexto de Aparecida fueron, al mismo tiempo, el “pre-texto” con el cual Francisco explicó la doble dimensión desde donde se proyecta la Misión Continental: programática, que “consiste en la realización de actos de índole misionera”; y paradigmática, que “implica poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesia particulares”. De aquí se desprende “toda una dinámica de reformas de las estructuras eclesiales”, enfatizó el Papa, agregando que “el cambio de estructuras, de caducas a nuevas, no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es consecuencia de la dinámica de la misión”.

Si en otras oportunidades las reflexiones apuntaban hacia el cambio de época de la civilización, en esta Bergoglio fue enfático al urgir al episcopado latinoamericano para que se lleve a cabo la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual: “Estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere”.

Para que esto sea posible, es necesario examinar el estado actual de las diócesis. Propuso a sus hermanos obispos que con frecuencia se hicieran algunas preguntas a manera de examen de conciencia: “¿Procuramos que nuestro trabajo y el de nuestros presbíteros sea más pastoral que administrativo? ¿Superamos la tentación de atender de manera reactiva los problemas que surgen?, ¿creamos un hábito proactivo? En la práctica, ¿hacemos partícipes de la Misión a los fieles laicos? Los consejos diocesanos y parroquiales de pastoral y de asuntos económicos, ¿son espacios reales para la participación laical en la consulta, organización y planificación de la pastoral? ¿Estamos siempre abiertos a dejarnos interpelar en la búsqueda del bien de la Iglesia y su misión en el mundo? Los agentes de pastoral y los fieles en general, ¿se sienten parte de la Iglesia, se identifican con ella y la acercan a los bautizados distantes y alejados?”.

Son cuestiones donde también están en juego una serie de actitudes. “La Conversión Pastoral atañe a las actitudes y a una reforma de vida”. Y es un asunto que no puede dejar de lado los nuevos escenarios y areópagos en los cuales se inserta la misión de la Iglesia hoy. De ahí su insistencia en reconocer que “Dios está en todas partes: hay que saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada realidad, cada idioma, tiene un ritmo”. De no ser así, “el resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo”.

Tres tentaciones

También señaló Bergoglio tres realidades que atentan contra el discipulado misionero en América Latina y el Caribe: “La ideologización del mensaje evangélico”, que conduce hacia una hermenéutica aséptica, por fuera del mensaje del Evangelio y de la misma Iglesia; “el funcionalismo”, que en su afán de eficiencia tiende a priorizar la “hoja de ruta” sobre la ruta, y que “reduce la realidad de la Iglesia a la estructura de una ONG”; y el clericalismo, “que explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en buena parte del laicado latinoamericano”.

Francisco recalcó que, al no existir un discipulado misionero estático, es inadmisible, como ya ha dicho, que la Iglesia sea autorreferencial: “O se refiere a Jesucristo o se refiere al pueblo a quien se debe anunciar”. De ahí el imperativo de las “periferias existenciales” que descentran, de que la Iglesia sea servidora y no “controladora” y de la cercanía y el encuentro, que debe ser entendidos en términos de revolución, la “revolución de la ternura”.

La eclesiología del Papa cuestiona a una Iglesia camina a distintas velocidades frente a la Conversión Pastoral. ¿Qué tipo de liderazgo se requiere para que esta sea rauda? El Papa lo dijo refiriéndose a los obispos: hombres que amen la pobreza, que no tengan “psicología de príncipes”, que no sean ambiciosos, capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado, pero, sobre todo, que cuiden la esperanza. Es un nuevo tipo de autoridad que hunde sus raíces en la capacidad de servir.

En el nº 2.859 de Vida Nueva

 

Número especial JMJ de Vida Nueva

 

ESPECIAL WEB: JMJ RÍO 2013

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