El Sínodo de Obispos sobre la Nueva Evangelización entra en su recta final

cardenal Donald Wuerl, arzobispo Washington y relator general Sínodo Nueva Evangelización

La ‘relación después de la discusión’ resume las preocupaciones de los padres sinodales

obispos y padres sinodales en el Sínodo sobre la Nueva Evangelización

ANTONIO PELAYO, corresponsal de Vida Nueva en ROMA | El Sínodo de los Obispos entra en su recta final; la XIII Asamblea General Ordinaria, sobre el tema La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, se clausura el domingo 28 de octubre. Queda, pues, esta semana, en el curso de la cual los padres sinodales trabajan para preparar las propuestas que elevarán al Santo Padre como conclusión de sus discusiones y el mensaje final dirigido al pueblo de Dios. [ESPECIAL: La nueva evangelización]

Siete días de intensos trabajos en los círculos menores (que se habrán reunido en total siete veces) y en el equipo del relator general, el cardenal arzobispo de Washington, Donald W. Wuerl, ayudado por el secretario especial, Pierre-Marie Carré, arzobispo de Montpellier, y sus numerosos expertos. No hay que olvidar el nutrido grupo del staff y de los colaboradores del secretario general, Nikola Eterovic, que desempeñan un papel fundamental en la orientación final de la Asamblea sinodal.

Después de las 16 primeras congregaciones generales (en las que han intervenido la casi totalidad de los padres sinodales), el relator general presentó la que en el argot sinodal se llama ‘relación posterior a la discusión’, potencial síntesis de las grandes líneas del debate.

Cuatro puntos principales

El cardenal estadounidense destacó cuatro puntos principales de la discusión sinodal: la naturaleza de la nueva evangelización, el contexto actual del ministerio de la Iglesia, las respuestas pastorales a las circunstancias actuales y agentes y participantes en la nueva evangelización.

cardenal Donald Wuerl, arzobispo Washington y relator general Sínodo Nueva Evangelización

El relator general, cardenal Wuerl

“La misión principal de la Iglesia es la evangelización –comenzó diciendo–. (…) El debate ha acentuado esta participación crucial y vital de todo católico a la misión evangelizadora, sobre todo mediante la participación solícita y los dones de los fieles laicos. La nueva evangelización implica salir al encuentro de aquellos que, habiendo oído hablar de Cristo, habían empezado a practicar la fe, pero por alguna u otra razón la abandonaron”.

“Muchos padres –abordó en el segundo punto– hablaron del secularismo y de la indiferencia hacia la religión como parte de la cultura en muchos lugares del mundo. (…) La Iglesia necesita aprender el arte de la comunicación partiendo de la práctica real de la comunicación social moderna”.

“La nueva evangelización –recalcó en el tercer punto– debe inundar la sociedad en que vivimos. La cultura es su ámbito. (…) La cultura es el vínculo vital que relaciona a la persona con la comunidad y a esta con la sociedad. En ese sentido, se destacó la oportunidad de promocionar el Atrio de los Gentiles como una gran contribución a la evangelización de la cultura”.

“Entre las respuestas pastorales que recibieron atención –apuntó–, podemos mencionar el trabajo por la justicia social y la caridad como identificación de la vida y el ministerio de la Iglesia”.

“Como Iglesia doméstica –esta es una de las afirmaciones principales del cuarto apartado–, la familia es indispensable no solo para la transmisión de la fe, sino también para la formación de la persona humana. El Sínodo habló también sobre el papel fundamental de las mujeres en la vida de la Iglesia y en especial del lugar de la madre en la familia para la transmisión de la fe”.

“¿Cómo puede la Iglesia –se pregunta– integrar de manera más completa al laicado en la organización de la Iglesia local para que los laicos, hombres y mujeres, participen con el sacerdote en la evangelización de la comunidad?”.

 

ESPECIAL LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

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