No se puede reformar el tercer piso sin mirar cómo están el primero y el segundo, expresan sus directivas

El gremio que representa a un amplio sector de las instituciones educativas de carácter privado del nivel escolar ha estado muy pendiente del momento en que las partes -gobierno, líderes universitarios, docentes y directivos- reinicien la comunicación en torno a la reforma de la educación superior en una mesa de diálogo, la cual, se convino en abordar a comienzos de 2012, so pretexto del Ministerio de Educación, de fortalecer a través de reformas el actual sistema de educación superior.

El suspendido proyecto de reforma, cuya iniciativa oficial derivó en un movimiento estudiantil de protesta en contra a finales del año pasado como no se había visto en décadas, fue objeto de atención por parte de la Confederación Nacional Católica de Educación -CONACED-, pues sus miembros no consideran el concepto de educación como algo que no sea integral y más en este caso cuando se habla de reformas. La inquietud se ventiló internamente entre algunos de los delegados y representantes de las distintas confederaciones (representaciones en cada ciudad o departamento del país) y su justificación para ello la resumió en una sola expresión el jesuita José Leonardo Rincón, representante de esa agremiación “no se puede reformar el tercer piso sin mirar cómo están el primero y el segundo”.
Entre tanto, pronunciamiento oficial de esta organización no habría hasta que las partes involucradas tomen decisiones en firme. Lo que sí está previsto es que sea tema de conversación entre los delegados de las 28 confederaciones el próximo 9 y 10 de marzo cuando se realizará su congreso anual. En declaraciones recientes a través de otros medios, la ministra de educación María Fernanda Campo dijo que la discusión deberá ser pluralista y participativa. Así mismo, instó a los directamente involucrados en el proceso a nombrar voceros o representantes para crear mesas regionales y escuchar a todas las partes. Para afinar el proceso en el sitio virtual del Ministerio de Educación se tiene previsto habilitar un espacio para que los voceros acrediten su condición y participen como interlocutores.
Con todo lo anterior, no está descartado ninguno de los distintos y eventuales escenarios de la realidad. Un nuevo desacuerdo ante la posibilidad de que el gobierno busque imponer una reforma que no llene las expectativas de estudiantes, maestros y las propias universidades derivaría en otra ola de manifestaciones y protestas de unos y de otros. Una reforma que atienda los intereses de las partes en cuestión, pero que despierte reparos en el sector escolar, llevaría al gremio que los representa a hacer las observaciones del caso y directamente al Ministerio de Educación Nacional con el ánimo de buscar su propio fortalecimiento. Como sea que se presente el tema en los próximos meses, la veeduría de CONACED seguirá de cerca lo que ocurra para terciar eventualmente en el debate. VNC
TEXTO: VNC