Massimo Introvigne: “Si no hay equilibrio entre fe y razón, surge la violencia”

Massimo Introvigne representante OSCE discriminación cristianos

Representante de la OSCE para la lucha contra la intolerancia y la discriminación a los cristianos

Massimo Introvigne representante OSCE discriminación cristianos

DARÍO MENOR | El odio contra los cristianos es un fenómeno creciente en Europa. Con el objetivo de hallar la fórmula para atajar esta tendencia, el pasado 12 de septiembre se celebró una cumbre promovida por la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE). El sociólogo italiano Massimo Introvigne, representante de la OSCE para la lucha contra la intolerancia y la discriminación a los cristianos y quien inauguró la cumbre, explica a Vida Nueva los riesgos del secularismo radical imperante en buena parte de Europa. Propone, además, la instauración de una jornada europea en recuerdo de los mártires cristianos contemporáneos.

En dicha cumbre participaron delegaciones de 56 países y destacaron las intervenciones del arzobispo Dominique Mamberti, secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, y del metropólita Hilarión, máximo responsable del Departamento de Relaciones Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa. Fue una muestra de que este problema debe estar en la primera línea de la agenda ecuménica.Massimo Introvigne representante OSCE discriminación cristianos

– El 80% de las personas perseguidas en el mundo a causa de la fe son cristianos. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

– Siempre ha sido así. Según el mayor experto vivo sobre estadísticas religiosas, David Barret, desde la muerte de Jesucristo hasta el 31 de diciembre del año 2000, han sido asesinados 70 millones de cristianos, 45 de los cuales lo fueron durante el siglo XX. Según este experto, hoy los mártires cristianos son 105.000 al año. Esta cifra supone que cada cinco minutos muere un cristiano debido a su fe. Los culpables son muchos: el comunismo, el ultrafundamentalismo islámico, los nacionalismos y tribalismos de base religiosa y el laicismo.

– ¿En qué país del mundo es hoy más difícil y peligroso ser cristiano?

– En Corea del Norte, una nación que demuestra que el problema de las persecuciones desencadenado por el comunismo no ha terminado. Tampoco en China hay libertad religiosa para los católicos fieles a Roma.

“El concepto de libertad religiosa
a veces no está claro
ni siquiera dentro de la Iglesia”.

– ¿Considera que en Occidente está claro el concepto de libertad religiosa?

– No. A veces no está claro ni siquiera dentro de la Iglesia. Como dijo también Mamberti en la reciente conferencia de Roma, algunos intercambian este concepto con el relativismo y con la idea de que todas las religiones son iguales. No es así, y no es esto lo que nos enseña el Vaticano II. Como es sabido, este punto está también en el centro de las discusiones con los seguidores de monseñor Marcel Lefebvre, quienes acusan a la declaración del Concilio Dignitatis Humanae de enseñar el relativismo y de poner a todas las religiones en un mismo plano. Pero esta no es la enseñanza de la Dignitatis Humanae. Se trata, sin embargo, de su interpretación por parte de una cierta teología progresista.

– ¿Existe una falta de voces católicas en la política europea?

– Las voces católicas existen, aunque no son numerosas. Harían falta más. Algunas veces, además, encuentran dificultades para ser escuchadas, pues los medios de comunicación les brindan poco espacio.

– ¿Por qué considera que el secularismo radical es tan peligroso para la libertad religiosa como el extremismo?

– Porque, como decía el beato Juan Pablo II, el hombre se parece a un avión que para volar necesita dos alas: la fe y la razón. El fundamentalismo atrofia el ala de la razón y, por tanto, el avión se estrella. El secularismo radical atrofia el ala de la fe, y de esta manera, el avión también se estrella. Como ha mostrado el 11-S, a veces los aviones se estrellan no solo de forma metafórica. Donde no existe un equilibrio entre fe y razón, surge la violencia.

– ¿Cómo explica que muchos países europeos olviden los crímenes contra los cristianos mientras defienden con coraje a otras minorías?

– Es más popular y políticamente correcto defender a las minorías en lugar de a las mayorías. Es difícil hacer pasar la idea de que hay macroscópicas violaciones de los derechos de los cristianos también en los lugares donde son mayoría, pero es esta la realidad.

“Es erróneo pensar que, donde hay discriminación,
el Estado controla la religión y
hay menos violencia.
Al contrario, la discriminación prepara
la violencia y los crímenes”.

– ¿Piensa que relegar la religión a la esfera privada es el primer paso hacia la discriminación?

– Sí. Este era un tema crucial del beato cardenal John H. Newman, a quien tanto aprecia el papa Benedicto XVI. El modelo tiene tres estadios. Desde la intolerancia, que es un hecho cultural, se pasa a la discriminación, es decir, a leyes que limitan la libertad de los cristianos, por ejemplo, en la esfera de la objeción de conciencia o de la libertad de predicación. Y, desde ese paso, se llega a la verdadera violencia y a los crímenes.

Massimo Introvigne representante OSCE discriminación cristianos

Massimo Introvigne con Benedicto XVI

Signos de marginación

– ¿Cuáles son los primeros signos de discriminación contra los cristianos que pueden después llevar a la comisión de crímenes?

– En Europa hay dos áreas cruciales. La primera es la objeción de conciencia: se quiere limitar el derecho de los cristianos a rechazar no solo practicar abortos si se es médico, o a vender píldoras abortivas si se es farmacéutico, sino también a celebrar matrimonios homosexuales si se es alcalde, o a realizar cursos de educación ciudadana que van contra los propios valores si se es alumno de una escuela española. En segundo lugar, está la libertad de predicación: en muchos países, las leyes sobre la homofobia ya han llevado a juicio a predicadores que han afirmado que el comportamiento homosexual es objetivamente desordenado y que la Biblia reprueba el estilo de vida homosexual.

Ha habido también casos muy graves de instituciones católicas que se ocupan de entregar a huérfanos en adopción que han tenido que cerrar después de siglos de actividad porque no aceptaban dar a los niños a parejas de “esposos” homosexuales. Como muestra el reciente libro The Price of Freedom Denied (El precio de la libertad negada), de los sociólogos Brian Grim y Roger Finke, es erróneo pensar que, donde hay discriminación, el Estado controla la religión y hay menos violencia. Al contrario, la discriminación prepara la violencia y los crímenes.

– ¿Qué significado tiene la imagen de los peregrinos en la reciente JMJ de Madrid siendo insultados por los manifestantes contrarios a la visita de Benedicto XVI?

– Es un caso típico de intolerancia que apoya la discriminación y prepara la violencia. Esta intolerancia se ha convertido ya en una rutina donde se llevan a cabo grandes manifestaciones católicas o visitas del Papa.

“Es importante que la intolerancia, la discriminación
y la persecución de los cristianos
se conviertan en temas del diálogo ecuménico”.

– ¿Cómo pueden ser usados el ecumenismo y el diálogo interreligioso contra la discriminación de los cristianos?

– En realidad, los ataques no son solo al Papa y a los católicos, sino a todos los cristianos, tal vez con la excepción de un cierto protestantismo liberal, que, sin embargo, no representa ya a la mayoría de los protestantes. Este ha decidido ser “políticamente correcto” en el tema del aborto y del matrimonio homosexual. Por eso es importante que la intolerancia, la discriminación y la persecución de los cristianos se conviertan en temas del diálogo ecuménico.

– ¿Qué significa el “ecumenismo de los mártires” sobre el que ha hablado recientemente el cardenal Kurt Koch, el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos?

– Es una idea del beato Juan Pablo II, quien el 7 de mayo del año 2000, en el Coliseo de Roma, realizó una celebración ecuménica, con representantes protestantes y ortodoxos, para recordar a los 45 millones de cristianos asesinados durante el siglo XX. Debemos multiplicar estos gestos y por eso he propuesto, precisamente para el 7 de mayo, la institución de una jornada europea de los mártires cristianos contemporáneos.

En el nº 2.777 de Vida Nueva.

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