De la orientación pastoral al encuentro con Cristo

Los obispos europeos, reunidos en Tirana (Albania), reflexionan sobre la Nueva Evangelización en base a una gran encuesta previa

El reelegido presidente de la CCEE, Peter Erdö (centro), junto a los nuevos presidentes, Bagnasco y Michalik

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | En consonancia con la apuesta por la Nueva Evangelización, que marca el gran objetivo de la Iglesia en el inicio del siglo XXI, el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), reunido en Tirana (Albania) con motivo de su 40ª Asamblea Plenaria, reafirmó la necesidad de dirigirse activamente a quienes permanecen alejados de la Iglesia y a los bautizados ajenos a la fe.

El encuentro, que tuvo lugar del 29 de septiembre al 2 de octubre, contó con la presencia de destacados participantes, como el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el arzobispo Rino Fisichella, o el prefecto de la Congregación de los Obispos, el cardenal Marc Ouellet.

Con el fin de que las reflexiones sobre la Nueva Evangelización tuvieran un poso práctico, todos los episcopados participantes habían contestado a una encuesta previa en la que trataban de diagnosticar el estado actual de este importante reto eclesial en su propia realidad nacional.

A la hora de la puesta en común de los resultados, se destacó que se partía de la base de la gran diversidad existente entre todos los países –que en el CCEE van desde los que atraviesan una fuerte secularización hasta los que han experimentado regímenes totalitarios e incluso guerras no tan lejanas–, pero también que hay un patrón común, y que es el de considerar la Nueva Evangelización como algo que “no puede resumirse simplemente en un programa de orientaciones pastorales”. Antes bien, el camino ha de ser propiciar “un encuentro con una persona, Cristo”.

Entre las diferentes respuestas, algunas destacaron que “la inmigración de poblaciones no cristianas en sus países es un desafío”, pues ellos “también están sujetos a la Nueva Evangelización”. Otros calificaron la situación de muy urgente, entendiendo que la incidencia de la secularización hace que la Iglesia se asemeje en algunos contextos “a la de los Hechos de los Apóstoles”. Algo que no tiene por qué ser negativo, como explicaron los representantes del Episcopado escocés: “La Nueva Evangelización no es simplemente representar el Evangelio como lo fue en el pasado. Consiste más bien en el valor de abrir nuevos caminos para responder a las circunstancias que enfrenta la Iglesia hoy. Es ante todo una actividad espiritual que puede devolver a nuestro tiempo el valor y la fuerza de los primeros cristianos para cumplir el mandato misionero del Señor”.

En definitiva, la apuesta fue por la necesidad de “nuevas formas de anunciar a Cristo poniéndose en contacto con la gente desde un lenguaje comprensible”. Algo que muchos países dijeron haber iniciado “hace más de 20 años”. De ahí que se discutiera el calificativo de “nueva” referido a la evangelización, defendiendo muchos el uso de “continua”.

En esta idea profundizó Benedicto XVI, quien envió un saludo a los presentes. El Papa pidió identificar “con audacia misionera nuevos caminos de evangelización”, teniendo en el horizonte especialmente “a las generaciones futuras”. Por su parte, Fisichella se lamentó de que muchos países europeos “no conozcan realmente qué es el cristianismo”. Ante esta situación, “la Nueva Evangelización es una oportunidad que se nos ofrece para leer e interpretar el momento histórico actual”, de modo que lo que es una actividad “ordinaria” en la Iglesia pase a ser “extraordinaria”.

Las jornadas de Tirana contaron, además, con un encuentro con las principales autoridades gubernamentales del país, así como con representantes de otras confesiones cristianas y de otras religiones. La próxima Asamblea Plenaria del CCEE tendrá lugar en St. Gallen (Suiza), del 27 al 30 de septiembre de 2012.

Elecciones de cargos

Además de las numerosas ponencias y mesas de trabajo, la cita sirvió para la elección del nuevo presidente de la CCEE. En este caso, se trató de una reelección, pues se mantendrá en el cargo durante un mandato de otros cinco años el cardenal Peter Erdö, arzobispo de Esztergom-Budapest y presidente del Episcopado húngaro.

Sí ha habido un relevo en las dos vicepresidencias, donde el cardenal Angelo Bagnasco (arzobispo de Génova y presidente de los obispos italianos) y el arzobispo Józef Michalik (titular de Przemysl y presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia) suceden al cardenal Jean-Pierre Ricard (arzobispo de Burdeos) y a Josip Bozanic (arzobispo de Zagreb).

En el nº 2.771 de Vida Nueva.

Compartir