Ana Catalina López

Más allá de la ciencia

De trato cálido, sensible y soñadora, no se ha casado pero tiene una relación estable desde hace 10 años. Ha vivido en seis países entre Europa y Norteamérica.

Es médica de profesión, pero se convirtió en científica y experta en genética humana. Reside en Montreal, Canadá. Es Ana Catalina López una colombiana nacida en Medellín, quien creció en una familia bien convencional, compuesta por un padre ingeniero, entregado al trabajo y una madre, ama de casa de tiempo completo. Educada en un colegio de monjas y graduada en Medicina de una universidad privada. Cuenta que no disponía de los medios necesarios pero después de soñar durante toda su niñez, y habiéndose graduado como médica, un día pudo viajar a Francia por unos meses a estudiar francés, pero fue más allá, terminó estudiando una maestría en genética, ese fue su primer encuentro con la ciencia y el inicio de un camino, que no le fue nada fácil.
“El inicio del master fue como lanzarme a una piscina de agua fría sin saber nadar. Fue realmente bastante duro y frustrante, mis estudios en medicina me prepararon para la parte clínica pero no para las ciencias básicas. El año de la maestría estuvo lleno de dualidades, por un lado me encantaba lo que aprendía pero por el otro no estaba a la altura y siempre sentía que mis compañeros de curso me llevaban años de ventaja”. Pese a culminar con esa incertidumbre resolvió sus dudas al iniciar el doctorado “durante el doctorado en Lovaina, Bélgica, empecé a sentir que sí podía ser científica y que podía realmente hacer un camino profesional en este campo”. Destaca que “escoger estudiar genética fue para mí el equivalente de escoger estudiar la esencia del ser humano”.
Mirando en retrospectiva dice que “el camino ha sido largo, fuera de los 8 años de medicina me tocó estudiar 8 años para completar mi formación en genética (master, PhD y pasantías). Mi primer trabajo en este campo fue en Inglaterra, en una compañía de biotecnología norteamericana que iniciaba sus operaciones en Europa. A partir de ahí una cosa ha llevado a la otra hasta llegar ahora a ocupar el puesto de vicepresidenta de asuntos científicos de Genoma Quebec, una compañía sin ánimo de lucro que financia la investigación en genética y genómica”.
Ana Catalina fue seleccionada en la categoría de colombianos en el exterior como mujer de éxito 2010, en Canadá es catalogada públicamente como el ejemplo a seguir de la comunidad latina. Al preguntarle por la formula responde así: “En mi camino hay tres elementos que han sido primordiales. El primero es soñar, buscar siempre nuevos horizontes, nuevas oportunidades y no tener miedo de ir a terrenos desconocidos. El segundo es perseverar, trabajar duro, no rendirse ante las barreras que la vida nos presenta todos los días. Y el tercero es adaptarse, como dice Darwin: ‘no son los más fuertes ni los más inteligentes los que sobreviven sino los que mejor saben adaptarse al cambio’. Esta adaptabilidad ha sido lo que me ha ayudado a vivir bien en países tan diferentes como Francia, Bélgica, Inglaterra, Islandia, Estados Unidos y ahora Canadá”.
Considera que “la genética está cambiando la práctica médica actual” y pensando en que el conocimiento es algo que ha de compartirse, a través de su blog www.persogen.net informa sobre los más recientes adelantos en genética y genómica y sus aplicaciones en medicina.
Su experiencia y observación como mujer antes que científica le ha permitido advertir diferencias notables en el carácter de la mujer del tercer mundo. “Siempre encuentro en las latinas una chispa de vida, un deseo profundo de lograr lo que sueñan y una fuerza sin límites. Las mujeres del primer mundo son en general más reservadas, diría que menos lanzadas. La mayoría de las mujeres en países desarrollados han crecido en medios muy protegidos y no han sido expuestas a situaciones socioculturales dramáticas como las que vivimos nosotros en los países de América Latina. Las latinas hemos visto el contraste de la pobreza y el sufrimiento unido a la alegría de nuestros pueblos, eso nos hace únicas y diferentes”. VNC

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