Los obispos felicitan al mandatario tras conocerse los resultados de las elecciones del pasado día 6
(Ronald Grebe– La Paz) Los obispos de la Iglesia católica en Bolivia enviaron una felicitación pública al presidente del país, Evo Morales, por haber conseguido la reelección presidencial para los próximos cinco años en los comicios celebrados el domingo día 6, y aprovecharon su misiva para hacer llegar también un saludo afectuoso a todo el pueblo boliviano por haber demostrado una vez más que quiere buscar soluciones pacíficas para la Patria.
“Después de conocer los resultados del proceso electoral, hemos dirigido nuestra sincera felicitación al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, don Evo Morales, por su reelección, augurando para esta nueva etapa de su Gobierno los mejores éxitos al servicio de todos los bolivianos y, particularmente, de los más necesitados”, señala la carta leída por el secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) y obispo auxiliar de La Paz, Óscar Aparicio.
Los prelados, además, valoraron la participación multitudinaria de los bolivianos en esta nueva cita con las urnas como un deseo de buscar soluciones duraderas por la vía del diálogo y del consenso, con la colaboración de todos los sectores e instituciones de la sociedad, incluidas las minorías. “Reafirmamos al señor Presidente nuestra disponibilidad a colaborar en el servicio de la vocación personal y social de todos los habitantes de nuestro país, con especial atención a los más pobres”, manifestaron los firmantes del texto.
Respecto al ejercicio del voto, el cardenal Julio Terrazas, arzobispo de Santa Cruz y primado de la Iglesia católica boliviana, recordó a los ciudadanos que se trata de un ejercicio libre y responsable, valores que deben servir para reflexionar sobre “lo que significa dar un voto para tener un país lleno de paz y de justicia, un país que vuelva a llamarse esa Patria donde todos y cada uno nos volvamos a encontrar”.
“Las nuevas autoridades, sean quienes sean, siempre deben velar por el bien de toda la familia boliviana y de cada persona, para que podamos vivir en libertad, para que haya respeto a la vida y también al parecer de cada persona, sus ideas, donde podamos dialogar siempre”, declaró, por su parte, el obispo de la diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik.
Histórico respaldo
El Movimiento Al Socialismo (MAS) logró en las elecciones presidenciales y legislativas del día 6 un histórico respaldo en las urnas. Con el 62,5% de los votos, esta formación consiguió la reelección de Morales y el control casi absoluto de la futura Asamblea Legislativa Plurinacional. El segundo lugar, con un 27,6% de respaldo, lo obtuvo Manfred Reyes Villa, ex alcalde de Cochabamba y ex gobernador de esta provincia, candidato de Nueva Fuerza Republicana (NFR), mientras que el empresario Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional (UN), logró el 6,1%, y los cinco restantes partidos que concurrían a la convocatoria se hicieron con menos del 3,8% de los votos.
Paralelamente, los pobladores de La Paz, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca y Oruro aprobaron su ingreso al modelo de autonomías, al igual que en julio de 2006 lo hicieran los de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. También dieron el ‘sí’ a la autonomía los habitantes de la región del Gran Chaco y los de 11 municipios.
Bolivia se encamina ahora hacia otra institucionalidad, cuya nueva Asamblea Legislativa Plurinacional, compuesta por la Cámara de Diputados y el Senado, dispondrá –entre otras novedades– de un cupo fijo de representación indígena, se sustituirá el antiguo Congreso, y el Poder Judicial contará con magistrados del Tribunal Supremo elegidos por sufragio universal, así como jurisdicciones indígenas.
En su primer mensaje al país tras el nuevo triunfo electoral, Evo Morales tradujo ese apoyo masivo en una obligación: la de acelerar el proceso de cambio que promueve con su “revolución democrática y cultural”, puesta en marcha cuando llegó a la presidencia en el año 2006. Asimismo, el mandatario animó a sus opositores a sumarse a su proyecto y garantizó que su deseo no es imponer políticas, y que el poder de las urnas no es para él, sino para el pueblo.
El ciclo electoral en Bolivia no está todavía cerrado, porque en abril de 2010 se llevarán a cabo elecciones departamentales y municipales, que pueden ser más disputadas que las generales si la oposición levanta cabeza y las plantea como una “revancha” contra el propio Morales.
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En el nº 2.687 de Vida Nueva.
