Bono analiza las relaciones Iglesia-Estado en Roma

José Bono y el cardenal Cañizares, en una imagen de archivo

José Bono y el cardenal Cañizares, en una imagen de archivo

(Antonio Pelayo– Roma) El viaje institucional del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el pasado 23 de octubre para entrevistarse con su colega italiano, el presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini, tuvo un colofón de encuentros privados con exponentes del mundo católico.

Acompañado por el embajador de España cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez, y el jefe de Gabinete, Miguel Fernández Palacios, el presidente Bono visitó la casa generalicia de los Franciscanos menores, donde fue recibido por el ministro general, fray José Rodríguez Carballo, con el que mantuvo una animada conversación. Esa misma noche Bono cenó en el Palazzo di Spagna con el prepósito general de la Compañía de Jesús, P. Adolfo Nicolás, al que acompañaban el secretario general, Ignacio Echarte, y un asistente, el P. Joaquín Barrero. Fue un encuentro muy interesante para quien fue alumno de los jesuitas en sus años de juventud y donde hubo ocasión de dialogar sobre la situación de la Iglesia española y las relaciones entre la Iglesia y el Estado.

Temas más o menos idénticos a los tratados al día siguiente en una prolongada entrevista con el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, a quien le une con el político español una consolidada amistad.

Más información en el nº 2.681 de Vida Nueva o próximamente en vidanueva.es.

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