Roma acoge el primer Foro católico-musulmán

(M. Gómez) Hay dos sectores del catolicismo y del islam que quieren entenderse, y en los últimos meses se han visto varios ejemplos de esa búsqueda, que se inició, de manera explícita, hace poco más de dos años. A raíz de la polémica suscitada por el discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, el 12 de septiembre de 2006, varios líderes musulmanes enviaron al Papa dos cartas abiertas (la primera, firmada por 38 expertos, y la segunda, por 138, titulada Una palabra común entre nosotros y vosotros, de octubre de 2007) en las que se manifestaban dispuestos a un verdadero diálogo entre ambas religiones, y proponían, como lugares para la armonía, “los dos mandamientos más grandes”: el amor a Dios y el amor al prójimo.

Ése es, precisamente, el lema del primer encuentro del Foro católico-musulmán, convocado en Roma del 4 al 6 de noviembre, y en el que participaban unas 60 personas, incluidos el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Tauran, y el Gran Mufti de Bosnia-Herzegovina, Mustafa Ceric. En el seminario se abordaron los “fundamentos teológicos y espirituales” y la “dignidad de la persona humana y el mutuo respeto”. Para el jueves 6 estaba previsto que los participantes fueran recibidos por el Papa.

Este Foro ha estado precedido por varios encuentros preparatorios, que son “fermentos que autorizan a fijarse en el encuentro de mañana con razonable esperanza”, decía L’Osservatore Romano en su edición del 3-4 de noviembre. “Aunque es de obligación una sana dosis de realismo -sigue el diario oficial del Vaticano-, la intensa actividad que ha preparado [el Foro] ya parece una buena base de salida”.

Ha habido otro encuentro entre ambas religiones, en Malinas (Bélgica) del 20 al 23 de octubre, en el que se habló de cómo conciliar el ser creyente con ser ciudadano de Estado. Organizado por el Comité para las Relaciones con los Musulmanes en Europa de las Conferencias de Obispos Europeos (CCEE) y el Consejo de las Iglesias Europeas (KEK), en este simposio se ha concluido que ni unos ni otros pueden evitar el diálogo.

Para el cardenal Jean-Pierre Ricard, vicepresidente de la CCEE, los cinco ámbitos donde cristianos y musulmanes tienen que ser “compañeros activos” en las sociedades europeas son la defensa de la libertad de religión y de conciencia; el rechazo de la exclusión; la defensa común de valores como la familia, la dignidad del hombre, la justicia social o el desarrollo; el diálogo entre las culturas; y la promoción de los valores humanistas a nivel mundial en una perspectiva de “reciprocidad”.

En el nº 2.635 de Vida Nueva.

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