Kenia vota mientras espera “la tormenta”

  • Este martes 8 de agosto se celebran unas elecciones presidenciales marcadas por la violencia previa y el temor a que culminen en confrontación
  • Tras las anteriores, en 2007 y en 2013, ya hubo denuncias de ‘pucherazo’ y cruentas luchas
  • El misionero español Miguel Ángel Ruiz asegura a Vida Nueva que, pase lo que pase, “no nos vamos a ir”

Elecciones en Kenia

En medio de una gran incertidumbre, tras semanas marcadas por la violencia y el temor de que tras cerrarse las urnas alguna de las partes no reconozca los resultados y estalle una revuelta popular, este martes 8 de agosto se desarrollan las elecciones presidenciales en Kenia, que enfrentan principalmente al actual mandatario, Uhuru Kenyatta, y al opositor Raila Odinga, que ha perdido frente a él las dos últimas votaciones, en 2007 y 2013, denunciando en ambas pucherazo.

Vida Nueva ha contactado con el misionero español Miguel Ángel Ruiz, quien lleva un año en el país. “Quizás la palabra que más he escuchado estos días a mi alrededor es la recogida por un periodista estos días en Nairobi: utaona. Es la forma verbal futura del verbo ver, pero en swahili se usa como aviso, así que lo podemos traducir por ¡ya verás lo que va a suceder!”.

A pesar de la aparente calma en las últimas horas, el misionero percibe que “todos esperamos que salte la violencia tras el anuncio de los resultados. Las embajadas y las empresas ya han dado aviso a todos los ciudadanos extranjeros. La embajada española nos pedía hace unos días que tengamos los depósitos de los coches llenos, comida almacenada, teléfonos operativos, números de emergencia a mano… Grandes empresas multinacionales han optado por mandar de vacaciones fuera del país a todos sus trabajadores extranjeros y se han paralizado los colegios en todo el país”.

“Todo esto se debe –cree Ruiz– al hecho de que pocas veces se ha llegado a un final de campaña tan apretado”. Las muestras de nerviosismo desde quienes ostentan el poder y quienes aspiran a controlarlo han derivado ya en crueles asesinatos, como el perpetrado, “previa tortura, contra el responsable del sistema informático de la Comisión Electoral Independiente de Kenia [Chris Msando, cuyo cadáver mutilado apareció hace una semana en un bosque y a quien se presuponía como una persona clave para evitar un posible fraude cibernético de los resultados electorales]”. Con todo ello, lamenta, “se puede uno imaginar que esta es la calma antes de la tormenta”.

Movilización eclesial

Pese a todo, el salesiano busca ofrecer una palabra de consuelo al pueblo y asegura a todos que la Iglesia se está volcando “con todos los medios a su alcance, pidiendo a los partidos políticos evitar la violencia y orando en cada iglesia y en cada eucaristía por la paz”. “Todos los que vivimos con jóvenes –enfatiza– hemos insistido estas semanas en la necesidad de mostrar cómo Kenia ha crecido democráticamente y buscamos evitar el regreso de las luchas fratricidas que el país ya vivió hace algunos años y que se saldaron con más de 1.500 muertos y más de 600.000 desplazados”.

Pero, ¿qué pasará si al final estalla la tormenta? “Al final del día, los misioneros seguiremos estando expuestos a la violencia, pues no nos vamos a ir cuando la gente esté en peligro de sufrir la no aceptación de unos resultados electorales. Esto nos dará una razón de mucho peso para poner de nuevo nuestras vidas en las manos del Señor y dar sentido a nuestra vocación de servicio como evangelizadores con un mensaje de paz y amor, el de Cristo resucitado”.

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