Si hay exceso de burocracia, la Iglesia pierde su esencia

papa Francisco con Mario Monti

Francisco recalca que la institución no es una ONG, sino “una historia de amor”

papa Francisco acaricia a una niña

ANTONIO PELAYO. ROMA | El papa Francisco comienza a habituarse a las atribuciones de su cargo, que son muchas, y a sus obligaciones como Pontífice de la Iglesia universal, que no son menos: visitas ad limina de todos los obispos del mundo, audiencias con jefes de Estado y otras personalidades políticas, entrevistas de trabajo con los cardenales de la Curia y otros numerosos empeños litúrgicos y pastorales. Creo no equivocarme al afirmar que, de su nuevo “empleo”, lo que más satisfacciones le produce son los encuentros con las multitudes en la Plaza de San Pedro, y si son jóvenes, mejor aún. Ahí se encuentra en su salsa y para él parece que no pasa el tiempo.

El 28 de abril, quinto domingo de Pascua, el Santo Padre presidió la Eucaristía en la Plaza de San Pedro y administró el rito de la confirmación a 44 bautizados de los cinco continentes, cuyas edades oscilaban entre los 11 y los 55 años, pero cuya mayoría rondaban los 15. En la Plaza eran varias decenas de miles los muchachos y muchachas que habían recibido ya o van a recibir pronto dicho sacramento. Les acompañaban en muchos casos sus padres y padrinos, catequistas y sacerdotes, de manera que se estimaba en 70.000 el número de personas que asistieron al solemne rito, acompañados por un sol radiante.

La jornada formaba parte de los acontecimientos del Año de la fe, ya que, como afirmó en una conferencia de prensa el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, con la confirmación, el cristiano “escoge vivir en la Iglesia y en el mundo con el testimonio coherente de su propia identidad”.

Para seleccionar a los 44 confirmandos por el Papa, se han tenido en cuenta diversos criterios: la representación continental (una de las chicas venía de las Islas Tonga, en Oceanía) y la de países donde los cristianos sufren persecución y martirio, como Nigeria, Congo o Filipinas. También se ha querido que estuviesen diversas categorías de personas: entre ellas, un discapacitado y un superviviente de los recientes terremotos en Italia, un chino que está exiliado.

Plaza de San Pedro domingo 21 de abril 2013 confirmaciones a 44 personas

Aspecto de la Plaza de San Pedro el domingo 21 de abril

A todos ellos, el Santo Padre les advirtió que “la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son todas provisionales, pasan y siempre se busca algo más. La novedad que Dios ofrece a nuestras vidas es definitiva”. El momento en que puso mayor énfasis fue cuando les hizo la siguiente invitación: “Permaneced estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos va a dar el valor para caminar contra corriente. Lo estáis oyendo, jóvenes, caminad contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hay que ser valientes para ir contra corriente y Él nos da esta fuerza”.

Redondeó su alocución con esta propuesta a sus jóvenes oyentes: “Apostad por los grandes ideales, por las cosas grandes. Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Hemos de ir siempre más allá, hacia las cosas grandes. Jóvenes, poned en juego vuestras vidas por los grandes ideales”.

Finalizada la Eucaristía con el rezo del Regina Coeli y a bordo del jeep, Francisco recorrió toda la Plaza de San Pedro, deteniéndose varias veces para saludar a grupos y personas concretas. A esas horas ya se había producido un atentado que, en el marco de la toma de posesión del gabinete del nuevo primer ministro, Enrico Letta, estuvo a punto de costar la vida a dos carabinieri. Ello obligó a reforzar la seguridad en puntos estratégicos de Roma, pero a nadie se le ocurrió advertir de ello al Papa para que renunciase a su contacto directo con los fieles.

Aviso al IOR

Ya nos hemos referido más de una vez a las homilías que predica el papa Bergoglio en las misas que celebra en la capilla de la Casa Santa Marta, donde sigue viviendo, y a las que asisten cada día grupos de invitados (la lista de peticiones en este sentido se alarga hasta límites insospechados). La Sala de Prensa no ofrece estos textos, que solo nos llegan a través de los resúmenes que hacen de los mismos Radio Vaticano y L’Osservatore Romano. Es una carencia que esperemos se subsane pronto, porque constituyen un valioso repertorio de ideas.

Particularmente interesante fue la homilía que pronunció el miércoles 24 de abril en la misa a la que asistían dirigentes y empleados del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el famoso banco vaticano de cuya reforma se habla con insistencia estos días en Roma.

La idea básica que el Papa quiso subrayar es que la Iglesia es fundamentalmente una historia de amor de la que cada uno de nosotros formamos parte. Por eso, cuando se da demasiada importancia a la organización, cuando los despachos y la burocracia asumen una dimensión preponderante, la Iglesia pierde su esencia y se convierte en una ONG.

En este contexto y haciendo referencia expresa a las presencia del personal del IOR (“ah, perdón, que están aquí los del IOR…”, dijo con cierta sonrisa), concretó más su pensamiento: “Las oficinas son necesarias, todo es necesario, pero hasta un cierto punto. Son necesarios como ayudas a esa historia de amor. Pero cuando las oficinas ocupan el primer puesto, el amor baja, y la Iglesia, pobrecita, se convierte en una ONG. Y ese no es el camino”.

Como era de esperar, los periódicos del día siguiente interpretaban estas frases como un anuncio de inminentes cambios. No pienso que estos se produzcan tan rápidamente. De momento, sin embargo, los cinco cardenales que forman el Consejo de Vigilancia del IOR (Bertone, Tauran, Scherer, Toppo y Calcagno) han dejado de percibir los 5.000 euros mensuales más el bonus anual de 25.000 que recibían por esta tarea.

Pero la impresión de algunos expertos es que no se moverá pieza hasta después de los cambios previstos en la Secretaría de Estado, que, de hecho, era la fuerza dominante en el IOR, muy por encima de la Agencia de Información Financiera (AIF), creada por exigencias de Europa para incluir al Vaticano en la lista blanca de países virtuosos en la lucha contra el blanqueo de dinero y el narcotráfico.

papa Francisco con Mario Monti

El Papa, con Mario Monti

Otras ideas-fuerza de las homilías papales se recogen en los periódicos con grandes titulares, como “La fe no es una alienación ni un engaño” o “También en la Iglesia hay trepas”. Cuando se leen los textos, es fácil darse cuenta de que el Papa utiliza expresiones muy curiosas, como esta: “Es como si Dios nos operase de cataratas; nuestros ojos necesitan estar preparados para contemplar las maravillas de Dios”.

En otro orden de cosas, Bergoglio sigue, como es lógico, la evolución del mundo y, de modo particular, de Italia. Por ello llamó al presidente de la República, Giorgio Napolitano, para felicitarle por su reelección. “Usted ha sido un ejemplo para mí. Con su comportamiento, ha hecho vivo el principio fundamental de la convivencia: la unidad es superior al conflicto”, le dijo. También recibió al presidente en funciones, Mario Monti, antes de que este abandonase definitivamente el poder.

Por último, recibió a Andyr Nirina Rajoelina, el joven presidente de transición de la República de Madagascar, al que exhortó a trabajar por “la estabilidad, la democracia, un mayor desarrollo económico y la reconstrucción de las relaciones internacionales de su país”.

 

El CELAM se reencuentra con “un amigo”

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Aunque la recepción del Papa al Comité Ejecutivo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) es una tradición que se repite anualmente, es evidente que la cita de este año tuvo un carácter especial. Así, el encuentro que, el pasado 25 de abril, tuvo lugar con el que es el primer Pontífice latinoamericano de la historia, supuso la ocasión para ver a “un amigo”.

Así lo reconoció a los medios el propio presidente del CELAM, el arzobispo de Tlalnepantla (México), Carlos Aguiar Retes. La próxima visita de Francisco a Brasil, en julio y con motivo de la JMJ de Río, así como las directrices que los episcopados de la región acometen en el impulso de la misión, fueron los ejes de una reunión que, por la cercanía mostrada, supuso ante todo un espacio para la fraternidad y la comunión. [EDITORIAL: Francisco y el CELAM]

En el nº 2.846 de Vida Nueva.

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