Una mesa común para avanzar en la Misión

Argentina celebra su I Seminario Nacional de Catequesis

WASHINGTON URANGA. BUENOS AIRES | Representantes de toda Argentina acudieron, del 19 al 21 de septiembre, a la ciudad de San Antonio de Arredondo, en la provincia de Córdoba, para participar en el I Seminario Nacional de Catequesis, un evento preparatorio al Congreso Nacional de Catequesis que se celebrará en mayo del próximo año en la diócesis de Morón, en los aledaños de Buenos Aires.

El encuentro, concebido como una instancia de “reflexión e investigación”, según lo definió el sacerdote José Luis Quijano, rector del Instituto Superior de Catequesis (ISCA), se enmarcó dentro del tema La catequesis en la Misión Continental. Los asistentes fueron convocados a reflexionar y debatir a partir de las aportaciones de teólogos y especialistas, algunas de manera presencial y otras a través de videoconferencias.

Las mesas y paneles recorrieron diversos temas, entre ellos la Nueva Evangelización en América Latina, la historia de la catequesis en Argentina, la iniciación cristiana o la catequesis en clave misionera, buscando también compartir experiencias y búsquedas en torno a las actitudes que deben promover y vivir los catequistas.

Entre los conferenciantes, figuraron el teólogo Carlos Galli, profesor de la Universidad Católica Argentina; el hermano Enzo Biemmi, presidente del Equipo Europeo de Catequesis; y el hermano Balbino Juárez, experto en catequesis del CEBIPAL (Centro Bíblico Pastoral para América Latina del CELAM) y miembro de la Sociedad de Catequetas Latinoamericanos (SCALA), quien se comunicó desde Guatemala por teleconferencia.

Pensar la fe juntos

El teólogo Galli recordó que “estamos llamados a pensar la fe, y pensarla juntos. Confrontar, comparar, sugerir. Buscar juntos la verdad de la Palabra de Dios que se nos ofrece”. Y sugirió que “podemos decir, agregando a la fórmula: ‘cree lo que lees, piensa lo que crees, enseña lo que piensas y practica lo que enseñas’”.

En su alocución inicial, el rector Quijano estableció claramente las diferencias entre este seminario y el congreso del próximo año. “El seminario y el congreso [son] distintos por su naturaleza, finalidad y metodología, [pero] están profundamente unidos por la autoridad episcopal de la cual emanan y por el ministerio eclesial al cual sirven: la catequesis en Argentina”, afirmó.

Definió luego esta cita como “un espacio en el que se combina docencia e investigación”, aunque también es un “semillero de ideas, de realizaciones y de estudios en común”, porque “en el seminario se siembran ideas”. El sacerdote, que comparó el seminario con “una mesa común”, sostuvo que, “en la construcción de nuestro pensamiento, ninguno buscará ser protagonista, sino simplemente aportar a la mesa común. En esta mesa todos podemos poner lo mejor de nosotros mismos y, al mismo tiempo, todos podemos servirnos de lo que otros miembros nos dan”.

Las conclusiones y reflexiones recogidas durante el seminario se incluirán en un documento que, con carácter no vinculante, se pondrá en manos de los obispos argentinos como contribución al III Congreso Nacional de Catequesis.

En el número 2.770 de Vida Nueva

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