La Sagrada Familia, a punto para recibir al Papa

El templo de Gaudí se prepara para la ceremonia de dedicación

(Texto y fotos: Glòria Carrizosa) Una gran pancarta de bienvenida con la figura del Papa cuelga de la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia. Es el único adorno exterior que indica que la visita de Benedicto XVI para dedicar la obra cumbre del arquitecto Antonio Gaudí (1852-1926) –en proceso de beatificación– está ya muy próxima, el 7 de noviembre. En cambio, dentro del templo, más de cien personas trabajan a contrarreloj para que la iglesia luzca su mejor aspecto.

Con todo, se calcula que el proyecto que Gaudí diseñó no estará terminado antes de 15 años. En su exterior lucen ocho torres, pero aún faltan diez: las cuatro de la Gloria; los cuatro evangelistas, que empiezan a despuntar; la dedicada a la Virgen y la de Jesucristo, la más alta, que tendrá 174 metros de altura. Y falta el portal de la Gloria, que será la fachada principal en la calle Mallorca. El 7 de noviembre colgará una gran lona con un dibujo que hará el efecto óptico de la fachada definitiva.

¿Qué sentiría Gaudí si pudiese estar presente en la ceremonia de dedicación del templo? “No me atrevo a ponerme en su piel, porque Gaudí era un arquitecto excepcional, con una vida interior muy fuerte, él sabía que empezaba una obra que no acabaría. Gaudí es el punto inicial de esta gran fuerza espiritual que irradia la Sagrada Familia, pero su mensaje debe continuar para las futuras generaciones”. Joan Rigol –que fue diputado y presidente del Parlamento de Cataluña– es el actual presidente delegado de la Junta Constructora del Templo.

La dedicación del templo marcará “el final de una primera etapa, que dura 125 años, en la cual la Sagrada Familia es un edificio en construcción. A partir de ahora, será un templo, que es lo que realmente Gaudí quería”, afirma Rigol. “El Papa la colocará en el primer plano internacional, para los creyentes será un espacio de encuentro para la fraternidad cristiana, y para los no creyentes, un espacio de reflexión”.

Ideas inéditas

Fachada del Nacimiento

Gaudí no empezó la Sagrada Familia por los cimientos, sino que hizo algo que a nadie antes se le había ocurrido: construir primero la fachada del Nacimiento, portal muy decorado, al que dedicó 43 años de su vida. Los retablos normalmente están en el interior de las iglesias, pero Gaudí “convirtió la fachada de este templo en un retablo”, explica Rigol. La iglesia será designada basílica cuando el Papa rece el Angelus en el portal del Nacimiento. Al día siguiente, el templo se abrirá al culto y pasará a disposición del Arzobispado.

El presidente del Patronato de la Sagrada Familia atribuye la lentitud para terminar la obra a que es una construcción que “debe realizarse de forma artesanal, mano a mano los albañiles y arquitectos”. Tampoco hay que olvidar que las obras se detuvieron durante 24 años, desde que Gaudí murió, en 1926, hasta 1950, en que se empezaron a rehacer las maquetas.

Más información en el nº 2.724 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea el reportaje íntegro aquí.

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