Los obispos llaman a los laicos a revitalizar la evangelización

Mensaje de la CEE ante el Día del Apostolado Seglar y la Acción Católica

laicos(Miguel Ángel Malavia) Con motivo de la celebración de la solemnidad de Pentecostés, el domingo 31 de mayo, la Comisión de Apostolado Seglar de la CEE ha hecho público un mensaje en el que liga (como ya es habitual) esta conmemoración con el Día del Apostolado Seglar y la Acción Católica, que tiene lugar esa misma jornada. El texto está firmado por todos los prelados integrantes de la Comisión, encabezados por su presidente, Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela.

La clave del mensaje radica en el significado teológico de Pentecostés, entendiendo que el anuncio de la Buena Nueva es una misión de plena vigencia para los cristianos de hoy, “sacerdotes, religiosos y cristianos laicos”. “En nuestros días, el Señor continúa recorriendo las calles de nuestras ciudades y los caminos de nuestros pueblos para invitarnos a trabajar en su viña, a colaborar con Él en el anuncio del Evangelio”, señala el texto. 

En referencia a los seglares y a su implicación en la nueva evangelización, los obispos recuerdan la permanente actualidad del conjunto de propuestas ofrecidas en este sentido por Juan Pablo II -en documentos como la exhortación apostólica Christifideles laici, la carta apostólica Novo millennio ineunte o la encíclica Redemptor hominis-, quien definió a los laicos como “nuevos protagonistas en las fronteras de la historia”. Entre las principales llamadas del anterior Papa, los miembros de la Comisión destacan “la misión de ayudar a cada ser humano a descubrir su dignidad inviolable y la de exigir el respeto de los derechos humanos”. De entre dichos derechos, inalienables al ser humano, los obispos hacen hincapié en “el derecho sagrado a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, el derecho a la libertad religiosa y de conciencia, el derecho al trabajo y a una vivienda digna…”.

En defensa de la familia

A continuación, el mensaje centraliza la necesidad de la prioridad de los laicos “en la defensa y la promoción del matrimonio cristiano y de la familia”. Éstos constituyen “el primer campo para su compromiso social”, considerando “el valor único e insustituible de la familia para el desarrollo de la sociedad y de la misma Iglesia”. 

También hay espacio para otros temas que han de implicar la acción de los seglares, tales como “el desequilibrio ecológico o los problemas de la paz, constantemente amenazada por el afán de poder, por el terrorismo y por las guerras”. 

La crisis económica y sus virulentas consecuencias ocupan un importante punto de atención. En él, los firmantes recalcan que “es preciso que todos los cristianos denunciemos las injusticias sociales, busquemos el bien común e impulsemos el compromiso caritativo (…) y la solidaridad para con los más necesitados”. Con ello, aclaran, “la Iglesia no pretende imponer a los no creyentes una exigencia de su fe o de sus convicciones religiosas, sino defender un conjunto de valores que tienen su fundamento en la naturaleza misma del ser humano”. 

Finalmente, el mensaje llama a tener siempre como referente “la conciencia de misión”. Ésta implica “tener muy claro que no actuamos nunca en nombre propio, sino en nombre del Señor”, al cual el evangelizador “debe estar unido como los sarmientos a la vid”. Esa mirada puesta en Dios es la que ayuda a todos los miembros de la Iglesia a “tomar conciencia de nuestra pobreza, de nuestras limitaciones y debilidades”. Tal actitud humilde es el camino a seguir para comprender que “todos necesitamos de los demás y siempre podemos aprender de ellos nuevos métodos para ayudar a todos a descubrir a Cristo y a entrar en comunión de vida y amor con él”. 

Con un tono cercano y acompañante, la misiva episcopal termina así: “Conscientes de las dificultades del momento, queremos agradeceros a todos los cristianos y a los militantes de todos los movimientos apostólicos, vuestro testimonio de fe, vuestro amor a la Iglesia y vuestra inquietud evangelizadora”.

PARA LA REFLEXIÓN

Además del Mensaje, la Comisión de Apostolado Seglar ha editado unos Materiales de Reflexión compuestos por textos, enfocados tanto para su lectura en grupo como la realizada de forma individual. Los mismos, divididos en varios puntos, tratan de dar respuesta a preguntas tales como: “¿Qué nos pide el Espíritu en esta hora del mundo y de la Iglesia? ¿Cómo realiza la Iglesia su misión evangelizadora? ¿Cómo cultivamos los laicos la unidad de fe-vida-misión? ¿Qué medios de tipo formativo, de cultivo de la espiritualidad y de vida comunitaria empleamos para ello? ¿Qué grado de concienciación existe en los laicos sobre la dimensión sociopolítica de la fe cristiana?”.  

En el nº 2.662 de Vida Nueva.

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