Chávez vuelve a enfrentarse con la Iglesia venezolana

Las duras palabras del presidente tras un documento episcopal reciben la respuesta del cardenal de Caracas

urosa-y-chavez(Andrés Cañizález– Caracas) En Venezuela, la pasada Semana Santa terminó siendo escenario de una dura confrontación entre la cúpula de la Iglesia católica y el Gobierno de Hugo Chávez. No es la primera vez que sucede, pero en esta ocasión el mandatario intervino para cuestionar a los obispos incluso estando de gira por Asia. El 6 de abril, con motivo de la Semana Santa, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) emitió el comunicado Reencuentro con Dios y con el prójimo, para denunciar el creciente clima de crispación política, promovido por el Gobierno tras ganar el referéndum del 15 de febrero, que aprobó la posible reelección ilimitada en cargos de elección popular. 

Tras una oleada de hechos que revelan una aguda crisis de la seguridad, el texto denuncia que “el hampa, los secuestradores, los sicarios, los narcotraficantes y los contrabandistas siguen actuando impunemente”, al tiempo que “los indefensos pobladores de ciudades, campos y fronteras no saben a qué instancia acudir para conseguir protección eficaz”.

Sin embargo, fue otro párrafo, donde se apunta a la responsabilidad del Ejecutivo, lo que al parecer provocó la reacción gubernamental. “La promoción de un ambiente de aguda polarización política -se puede leer en él-, la exclusión por causas ideológicas, la descalificación moral de los adversarios, la eliminación de una positiva descentralización y la creciente concentración de poder en el Ejecutivo, deterioran el Estado de Derecho, despojan a las instancias nacionales, regionales y municipales de su legítima autonomía y ponen en grave riesgo de colapso el sistema democrático”.

Réplica del Gobierno

Enseguida, el Ministerio de Comunicación e Información emitió una dura declaración: “Un nuevo comunicado de los jerarcas de la Iglesia católica se suma a las voces extremistas que intentan generar un clima de desestabilización en el país”. “Los voceros de la CEV -añade la nota difundida por el ministro Jesse Chacón– ya deberían saber que el pueblo venezolano es un pueblo que no ha podido ser manipulado, luego de una década completa de comunicados y declaraciones episcopales comprometidas con la desestabilización. Es un pueblo que ha decidido transitar un camino que haga posible la paz, la igualdad y la justicia”.

La declaración episcopal desató la airada reacción del mismísimo Chávez,  quien desde China contactó telefónicamente el día 7 con el canal estatal Venezolana de Televisión para manifestarse en estos términos: “A mí lo que me dan es lástima esos obispos. Habría que expresar para ellos una de las palabras de los mandatos de los clamores de Cristo en la cruz: perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen. Estoy convencido de que eso les cabe de manera perfecta a esos señores”. A su juicio, el clero venezolano representa lo “más retrógrado del pensamiento humano”, y son de la “inquisición de la extrema derecha”, que apoyan a las dictaduras y han crecido junto a la burguesía; al tiempo que cuestionó directamente al cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, por “ponerse del lado de los que atacan al Gobierno”. 

Así, el 8 de abril, de forma inusual, el cardenal Urosa -que había mantenido una política de no responder a los señalamientos gubernamentales o a los ataques de militantes del chavismo- le respondió a Chávez. “El Presidente -lamentó- no responde a las inquietudes que expresamos allí, simplemente con descalificar, insultar u ofender no se responden las preocupaciones que expresamos y que compartimos con el pueblo venezolano. La preocupación por la inseguridad y la violencia que existe en el país, especialmente en los sectores populares y en Caracas, debe ser resuelta, y es la preocupación de los obispos”. Y añadió: “El problema de ese clima de agitación política permanente, que se ha acentuado en las últimas semanas y en los últimos días, es algo que nos preocupa, y hacemos un llamado para que se tenga en el centro de las preocupaciones a las personas humanas, y esos son los puntos que hemos tocado en el documento”.

Del mismo modo, Urosa fue categórico al deslindarse de una parcialización partidista en el seno de la CEV, como lo quieren hacer ver desde el Gobierno: “Cuando emitimos estas opiniones -aclaró-, lo hicimos en búsqueda de la paz social y política, no buscamos actividades políticas, no somos operadores políticos, sino que buscamos la paz para todo el pueblo venezolano”.

En el nº 2.656 de Vida Nueva.

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