El episcopado paraguayo pide un voto libre y responsable

Mensaje de la jerarquía católica en vísperas de la cita con las urnas del 20 de abril para elegir presidente

(José Luis Celada) Cumpliendo con la “responsabilidad ineludible” –como han venido haciendo a lo largo de la historia– de “compartir con todos la vida del pueblo en todo momento”, los obispos de Paraguay se dirigen a sus compatriotas para atraer su atención en torno a “un tema de interés general impostergable: las próximas elecciones generales nacionales”. Ante la cita con las urnas del 20 de abril (ver recuadro), como “sembradores de la esperanza”, los miembros del Episcopado paraguayo han hecho público un mensaje en el que invitan a su pueblo a ejercer el voto, porque “todos tenemos derecho a elegir con libertad a quién creemos candidato idóneo”.

Y aunque reiteran que “la Iglesia no propone ningún candidato ni apoya ninguna candidatura a la conducción política del país” (Mensaje de noviembre de 2007), los prelados sí reconocen que “el candidato propuesto debe reunir condiciones de estadista, preocupado por todos y al servicio de todos”. Más aún, entienden que a quien aspire a la presidencia se le debe “exigir rectitud y honestidad de vida…, así como conocimiento suficiente de la responsabilidad”.

“Indispensable” es también, en su opinión, “conocer programas de gobierno claros, realistas, democráticos y basados en valores éticos y respetando los valores religiosos…”, que tengan en cuenta “los problemas sociales y las necesidades fundamentales del pueblo, especialmente pobre y pueblo joven”.

En defensa de la vida

Dirigiéndose más concretamente a la comunidad católica que pastorean, los firmantes del texto instan a los fieles a “discernir” para “elegir los programas que defiendan y promuevan la vida desde su concepción hasta su muerte natural, la familia, la dignidad humana y el bien común, que brotan de la moral y la ética”. De lo que se deriva, lógicamente, el “rechazo a aquellas candidaturas y programas que les son contrarios”.

El mensaje episcopal concluye con una “palabra alentadora” para toda la población. “Católicos o no –afirman los obispos–, estamos llamados a procurar el bien común, no sólo con palabras, sino también con hechos”. Y recuerdan que “cumpliendo los deberes cívicos contribuimos al progreso y bienestar de la sociedad”. Por el contrario, si no lo hacemos –añaden–, perjudicamos a todos.

Finalmente, la jerarquía católica, con su presidente, Ignacio Gogorza, a la cabeza, se felicita porque “existen en todas partes personas y grupos con grandes valores y méritos”, y hace votos “para que sobre esa base se trabaje por respetar los resultados obtenidos en las urnas y terminar los enfrentamientos, las agresiones, las maniobras y picardías de toda clase, que tanto perjudican al pueblo”. “En muchas ocasiones hemos demostrado los paraguayos que somos capaces de salir adelante”, sostienen esperanzados los obispos.

UNA MUJER, UN OBISPO Y UN GOLPISTA

Casi tres millones de paraguayos acudirán el domingo 20 de abril a las urnas para elegir al que será el próximo presidente del país en sustitución de Nicanor Duarte Frutos, del Partido Colorado, la formación política que gobierna ininterrumpidamente desde hace 61 años.

A pocos días de la cita electoral, tres son los candidatos que cuentan con opciones en esta convocatoria, y con perfiles tan dispares como dignos de análisis: Blanca Ovelar, una maestra rural de 50 años y ex ministra de Educación, será la primera mujer que aspire a la Presidencia de Paraguay en toda su historia, siguiendo así la senda abierta por sus vecinas del Cono Sur Michelle Bachelet (Chile) y Cristina Fernández (Argentina). Se da la circunstancia, sin embargo, de que su candidatura por el Partido Colorado viene impuesta por el presidente Frutos, en reñida pugna con el vicepresidente Luis Castiglioni. Organizaciones de mujeres consideran que el hecho de que Ovelar se presente responde más a las pretensiones de los colorados de mantener su hegemonía que a la voluntad de atender a las demandas de género.

Junto a ella, el ex obispo de San Pedro, Fernando Lugo, ha logrado reunir en torno a la Alianza Patriótica para el Cambio a la oposición no colorada y personalizar en su figura las aspiraciones y sueños de cambio de cientos de miles de compatriotas.

Finalmente, por la Unión Ciudadanos Éticos, comparece el ex general Lino Oviedo, a quien el Superior Tribunal Militar le concedió en septiembre de 2007 la libertad condicional, tras ser condenado a diez años de prisión por el intento de golpe de Estado en 1996 contra el entonces presidente Juan Carlos Wasmosy. Demasiados ecos del pasado para un país que padeció la dictadura de Alfredo Stroessner durante más de cuatro décadas (1954-1989).

 

Compartir