Tribuna

Ya está… ¡Alégrense!

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“¡Alegraos! Nos hemos encontrado de nuevo” (Tolkien, J. R. R- Las dos torres, 2016, pág. 118)



J.R.R Tolkien pone, en boca de uno de los principales protagonistas, estas palabas de alegría por el reencuentro. En la obra literaria este “volver a verse” se ubica en el Bosque de Fangorn. Allí Aragorn, Gimli y Legolas, buscando a dos Hobbits (Merry y Pippim) capturados por los enemigos, sienten y viven la presencia de alguien misterioso e imperceptible a sus ojos, pero no a sus sentidos. Justo en ese bosque, Gandalf quien se había caído en el Puente de Khazad-dûm se hace presente ante su vista. Ellos lo daban por muerto, inexistente y lejano. Pero no era así…

Y allí, en un momento de mucha oscuridad y dificultad para la comunidad surgida en el Concilio de Elrond que sentía dividida y desorientada… Allí se da el re-encuentro de quien siempre acompaña.

Allí… justo allí ellos viven la alegría del re-encuentro.

Alégrense

El III Domingo de adviento suele denominarse “Gaudete”, que traducido significaría “alégrense, regocíjense, estén alegres”. El motivo de esta denominación la podríamos encontrar en primer lugar en los textos litúrgicos y por la cercanía de la promesa que ya se realizó y ahora celebramos “ya cercana”.

Ese regocijo es provocado por la presencia de quien es fiel y cumple sus promesas (cf. 1ª Tes. 5, 24), porque hace brotar la justicia ante los desvalidos y desprotegidos (cf. Is. 61, 11). Es “alégrense” por la presencia de quien nos hace vivir y danzar:

El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor, (…) a consolar a todos los que están de duelo, a cambiar su ceniza por una corona, su ropa de luto por el óleo de la alegría, y su abatimiento por un canto de alabanza (Is. 61, 1-3)

El regocijo de esta presencia es magnánima, es decir, hacía otras personas, principalmente a quienes están viviendo de dolor, esclavitud, oscuridad, tristeza, etc. es un regocijo que invita a no escondernos en las llagas de nadie, sino a proclamar liberación, no es un gozo evasivo sino que proclama un año de gracia… un año de gratitud y cercanía en los bosques de nuestras existencias.

Es una alegría que proclama buenas noticias… porque ella (La Trinidad) está (no nos ponemos en su presencia)

Es una alegría que consuela porque “en medio de nosotros “hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia” (Jn. 1, 26)

Es un “estén alegres” que cambia “cenizas” por sonrisas de la unción de la alegría, que reemplaza la ropa de luto por el de la danza y la fiesta, porque “hizo grandes cosas” y las sigue haciendo.

¿Viejo paradigma? Cara de ajíes en vinagre

Pareciera ser, en otras diócesis, que el paradigma (modelo) de comunidad creyente y de cristianos es de tener caras de ajíes es vinagre (EG 85). Es un dato que en la obra de Así habla Zaratustra hay un reproche a los cristianos que no tienen cara de “ungidos de alegría” sino que:

“¡me tendrían que cantar mejores canciones cantos para que yo crea en su salvador! Sus discípulos tendrían que tener más aire de salvados” (Nietzsche, Friedrich , 2019, pág. 66).

Y una crítica que más cercana a nuestra época se repite:

Si algo reprocho a los cristianos es respecto a lo positivo que poseen. Cuando se es portador del mensaje de Cristo, esto tendría que traducirse en una explosión de alegría. Ahora bien, esto no se ve” (Van Hoomissen, Georges, pág. 1).

Dejar caer estructuras caducas a veces suena algo titánico, pero quizás con solo sonreír todo se modifica y con un pequeño cambio de lenguaje sea hora de modificar el “Ave María” por una expresión más bíblica que política romana y medieval. El ángel la saludó diciendo: “Alégrate María, llena eres de gracia”… no la saludo como una emperatriz romana de “Ave María o Dios te salve”

Paradigma Cristiano…¡Alegres!

En el artículo anterior hemos reflexionado en la alegría como don que proviene de la acción trinitaria. Esta alegría tiene algunas características que podríamos puntualizar de esta manera:

  • Primacía de la gracia, porque desde Dios todo es regalo, gratuito y sin hacer nada a cambio (Francisco, EG, 2013)(N° 112). La gracia es belleza, bien y libertad. Quienes estamos animados por ella, damos gracias por todo lo recibido, cantando las maravillas del Dios Padre y Madre, porque hizo y hace grandes hazañas por medio de otros (Lc 1,46-48.49-50.53-54). Y por ese motivo, “nuestra boca se llenó de risas y nuestros labios, de canciones” (Sal. 126/125, 2)
  • Liberación / Autonomía: Dios nos crea libres y capaces de sacar cadenas que oprimen(Torres Queiruga, Andrés, 1986, pág. 180). La alegría suscita un mensaje que liberador, seguidores del proyecto de Jesús que favorecen el discernimiento y la construcción del propio destino en comunión con la familia humana (De Vos, Frans, 2019, pág. 86)
  • Alteridad, porque todo ser humano es hermano/a y, al ser un don, tiene mucho que brindarnos (EG 24. 169) sus vidas son portadoras de la acción y presencia de Dios en medio de nuestra historia.
  • Asunción de lo humano porque Dios se hizo carne, uno de nosotros. Nuestra fe es un divino – humana, es decir, teándrica (GS. 24. 116. 178). Todo lo auténticamente humano tiene resonancia en el corazón del cada persona y comunidad que cree, celebra y anuncia la alegría del Dios que está (Concilio Vaticano II – GS, 1965)(Nº 1)
  • Teología de la palangana al servicio de la humanidad (EG. 39, 96). Es una espiritualidad que está en y a favor de la realización de las personas, buscando la promoción y liberación
  • Centralidad Pascual. El misterio de Jesús, en su Pasión, Muerte y Resurrección es la experiencia central de la vida cristiana y eclesial donde gozo, alegría, felicidad y fraternidad son experiencias cotidianas (EG 6. 13. 254). El adviento y la Navidad se comprenden desde la Resurrección.
  • Pequeñez. La revelación nos testifica que Jesús se revela en la sencillez del pesebre y en la simplicidad del pan y del vino que en torno a la mesa se hace accesible a todos (EG. 158. 232)(Curia, Christian – En torno a la mesa, 2006)
  • Festejar es una actitud que agasaja a los demás, celebrar la vida descubriendo la riqueza y señales que ella brinda, compartiendo la existencia. Es reconocer todo lo bueno y noble que hay en el mundo, deleitándonos por los signos de la presencia de Dios (GS. 42; 76)
  • Embellecer, resaltando todo lo bueno y bello que existe en la vida de los demás y en la propia: “Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros” (Is.61,1)

¡Aquí está permitido ser alegre y sonrientes!

El 4 de septiembre de 2022 en la Basílica San Pedro, Juan Pablo I, el Papa de la Sonrisa, este humilde y sonriente ser humano fue reconocido como beato para la veneración pública. Desde nuestra perspectiva, la santidad de las personas es por la acción y presencia de Dios en sus vidas, no por una comprobación inexplicable para la ciencia. Por tal motivo, ya en obras anteriores hemos hecho mención a la santidad de Juan Pablo I (Un poco de aire fresco, 2008 – La #vida nos da #señales, 2018).

En esta semana de adviento de gozo, alegría y sonrisa queremos hacer memoria de este inmenso y grandioso Obispo de Roma, porque desde su vida podemos encontrar indicios que Dios ya está y es alegría que invita a la danza. Para ello profundizaremos unas cualidades de la vida de Juan Pablo I que Francisco mencionó en la homilía de beatificación:

Roguemos a este padre y hermano nuestro, pidámosle que nos obtenga la sonrisa del alma, que es transparente, que no engaña: la sonrisa del alma. Supliquemos, con sus palabras, aquello que él mismo solía pedir: Señor, tómame como soy, con mis defectos, con mis faltas, pero hazme como tú me deseas (Francisco, Homilía beatificación Juan Pablo I, 2022).

¿De dónde proviene esa sonrisa del alma?

  • de la alegría del Evangelio que ama.
  • de la bondad del Señor y la pobreza del discípulo
  • con el rostro alegre, sereno, sonriente,
  • desde la apertura “de la alegría o llamada dilatatio cordis, “corazón ensanchado”, dilatación del corazón” (Curia, Christian, 2022, pág. 57)
  • desde un Dios que hace nuevas todas las cosas (Apoc. 21, 5)
  • del amor de Dios que nunca decae (Juan Pablo I – Ángelus 10 de Septiembre, 1978)

Nuestro querido hermano Eduardo Pironio, recordaba la presencia de Juan Pablo I en la vida de la Iglesia:

“Todos hemos sentido la misma honda experiencia de un Dios que se nos revelaba y nos poseía. El Espíritu Santo jugaba con las previsiones y los cálculos de los hombres y nos daba un Papa que mostraría un rostro nuevo de la Iglesia. La presencia de Jesús en su Iglesia era la misma, pero ahora era un Cristo que sonreía y nos decía cosas muy simples y caseras: con la sencillez del Evangelio” (Pironio, Eduardo Francisco – De Pablo VI a Juan Pablo II, 1981, pág. 9)

Plegaria

Espíritu del buen humor,
que nuestra vida en ti,
sea una mirada profunda y contemplativa de los signos de los tiempos,
que la alegría sea un don provocativo para que creyendo esperemos,
esperando amemos y amando sonriamos, porque nos amaste, amas y amarás.

Espíritu de la alegría,
que tus testigos
María, madre de la alegre y gozosa esperanza
Juan Pablo I, el Papa de la Sonrisa
Eduardo Pironio, testigo de la esperanza
Frans De Vos, testigo de la alegría de fe fiel a Dios y al ser humano,
y… (menciona a quien/quienes te ayuda/ayudan a ser feliz o sonreír)……….
nos guíen a inclinarnos para servir y así podamos cantar:
¡Grandes cosas, hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!
Por eso nuestra boca se llenó de risas y sonrisas

Bibliografía

Concilio Vaticano II – GS. (1965). Gaudium et Spes. GS. Vaticano: Paulinas.
Curia, Christian – En torno a la mesa. (2006). En torno a la mesa. Buenos Aires: Claretiana.
Curia, Christian. (2022). Una aventura maravillosa. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: PPC – Bonum.
De Vos, Frans. (2019). Metodología Catequística. Buenos Aires: Claretiana.
Francisco, EG. (Diciembre de 2013). Evangelii Gaudium. Estado Vaticano, Vaticano: San Pablo.
Francisco, Homilía beatificación Juan Pablo I. (04 de Septiembre de 2022). vatican.va. Obtenido de https://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2022/documents/20220904-omelia-beatificazione-gpi.html
Juan Pablo I – Ángelus 10 de Septiembre. (10 de Septiembre de 1978). vatican.va. Obtenido de https://www.vatican.va/content/john-paul-i/es/angelus/documents/hf_jp-i_ang_10091978.html
Nietzsche, Friedrich . (2019). Así habló Zaratustra. Madrid: freeditorial.com.
Pironio, Eduardo Francisco – De Pablo VI a Juan Pablo II. (1981). De Pablo VI a Juan Pablo II. Buenos Aires: Patria Grande.
Tolkien, J. R. R- Las dos torres. (2016). El señor de los anillos. II. Las dos torres. CABA: Minotauro.
Torres Queiruga, Andrés. (1986). Creo en Dios Padre. El Dios de Jesús como afirmación plena del hombre. Santander: Sal Terrae.
Van Hoomissen, Georges. (1990). Elogié la alegría. Lomas de Zamora: La Semilla.