Tribuna

El cardenal Ravasi: la púrpura que deslumbra

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Oírle hablar ante los más diversos auditorios, verle en sus intervenciones ante las cámaras de televisión, leer sus artículos en periódicos o revistas, enriquecerse con la lectura de sus libros. El efecto es siempre el mismo: el deslumbramiento. Me refiero al cardenal Gianfranco Ravasi, que dentro de un mes cumplirá 80 años y que acaba de cesar como presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, ahora transformado en Dicasterio para la Cultura y la Educación.



El purpurado deslumbra a sus lectores, oyentes o televidentes por su erudición enciclopédica, por su increíble acumulación de lecturas (desde la Biblia, los santos padres, Dante, poetas y filósofos modernos hasta los textos de las canciones de Amy Winehouse para entender a los jóvenes) y por su capacidad de trabajo.

Colaborador de medios

Además de dirigir uno de los organismos más activos de la Curia romana, le ha permitido colaborar con diarios como L’Osservatore Romano, Avvenire o el faro de la economía italiana, Il Sole 24 ore, así como con revistas como Famiglia Cristiana o nuestra Vida Nueva. También ha dirigido una iniciativa tan singular como el Atrio de los gentiles y ha dado conferencias en diversos países.

El cardenal Gianfranco Ravasi, durante los 'Encuentros Vida Nueva' en la Embajada de España ante la Santa Sede

Ravasi podrá ahora reposar de su compromiso con la Curia, a la que le trajo desde su querida Milán Benedicto XVI en 2007 para sustituir al cardenal Paul Poupard y que, pocos días después, le consagró arzobispo en la Basílica de San Pedro para, tres años después, elevarle a la dignidad cardenalicia.

Para hacerse una idea de su extraordinaria creatividad, baste decir que ha publicado más de 70 libros, la mayoría de ellos sobre temas bíblicos, su gran especialidad, pero también obras de espiritualidad como las meditaciones sobre el Via Crucis, que Ratzinger le encargó en 2007. Destacaré una de sus últimas aportaciones, La biografía de Jesús según los evangelios (2021), que me permito recomendar a cuantos lean estas líneas. Para no variar, es un libro deslumbrante en el que Ravasi, además de demostrar su capacidad para la exégesis, habla con enorme autoridad sobre literatura y música y las relaciona con los textos evangélicos.

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