¿Qué van a votar los católicos en las elecciones estadounidenses?

Todas las encuestas apuntan a la victoria del demócrata Barack Obama

(Vida Nueva) “Por el pueblo de Estados Unidos, para que unidos construyamos una sociedad en la cual cada persona pueda vivir con dignidad y esperanza, oremos al Señor”. “Por los católicos de nuestra nación, para que los valores de nuestra fe nos sirvan de guía cuando ejerzamos nuestra responsabilidad como votantes, oremos al Señor”.

Éstas son dos de las intercensiones generales que los obispos de los Estados Unidos proponen a las parroquias como material de oración y reflexión durante todo el año, pero que, inevitablemente, adquieren mayor relevancia en estos días. Están recogidas en el portal www.faithfulcitizenship.org, que la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, en sus siglas en inglés) abrió hace unos meses. En él ofrecen, en inglés y en castellano, documentos del magisterio eclesial, reflexiones de expertos sobre temas de actualidad, declaraciones y todo tipo de recursos para los fieles. Y, de manera principal, el documento “Formar conciencias para ser ciudadanos fieles” (Forming Consciences for Faithful Citizenship). 

En el Election Day, cuando el pueblo estadounidense decide quién será el nuevo inquilino de la Casa Blanca –el demócrata Barack Obama, líder en todas las encuestas, o el republicano John McCain-, no está de más releer este texto. Aprobado por el Episcopado estadounidense en noviembre de 2007, en él se reflexiona sobre la doctrina católica y la vida pública, pero no para “decir a los católicos por o contra quién votar”, sino que “nuestro objetivo es ayudar a los católicos a formar sus conciencias de acuerdo con la verdad de Dios”.

En dicho documento se aclara (o se intenta aclarar) uno de los asuntos que han sido clave en la campaña electoral que hoy culmina: como católicos, ¿qué valor hay que primar? La formulación es clara: “Un católico no puede votar a favor de un candidato que toma una posición a favor de algo intrínsecamente malo, como es el aborto o el racismo, si la intención del votante es apoyar tal posición. En tales casos, un católico sería culpable de cooperar formalmente con un mal grave”. ¿Y cuáles son estos “actos intrínsecamente malos” que “siempre se deben rechazar”: aborto, eutanasia, clonación humana, investigación científica destructiva de embriones humanos, genocidio, tortura, racismo o “atentar contra los combatientes en actos terroristas o de guerra”.

Éste es el punto de vista que muchos obispos alegan para rechazar a Obama, uno de los candidatos estadounidenses más pro-abortistas de la historia. Pero la jerarquía no es unánime en este punto, y varios prelados, que recuerdan que hay otros valores en juego, como la justicia social o la inmigración, piden a los católicos que no basen su voto en un único criterio.

El peso de los votantes católicos

En cualquier caso, ¿qué peso tiene el electorado católico en el conjunto de los votantes? En los últimos 20 años, los católicos blancos han estado oscilando entre los dos partidos mayoritarios dependiendo del candidato y de los temas principales, pero casi siempre terminan en el lado ganador; por eso muchos analistas miran a este colectivo como un barómetro clave de hacia dónde va la elección.

En los últimos meses, éstos han ido mudando su opinión favorablemente hacia Obama, por paradójico que parezca que los votantes católicos blancos apoyen ahora a un protestante negro y no apoyaran tan mayoritariamente, en 2004, al católico blanco John Kerry. Según los últimos estudios del instituto Pew Research Center, la diferencia la marca no sólo el contexto, sino la figura: “Obama habla mucho más cómodamente de su fe de lo que lo hizo Kerry durante la campaña 2004, y habla de ello en un discurso que se une, de manera franca, a las enseñanzas católicas sociales sobre cuestiones económicas. Y si uno añade otras cuestiones que Obama ha defendido, como la oposición a la guerra en Irak, hay un número de puntos claves que los católicos blancos pueden encontrar muy fuertes en cuanto a sus razones religiosas”, opina John Green, del Pew Forum on Religion & Public Life.

Algo similar ocurre con los electores católicos originarios de América Latina. En 2000 apoyaron mayoritariamente al demócrata Al Gore; en 2004, contribuyeron a la reelección del republicano George W. Bush; y este año, a priori, prefieren al democráta Obama antes que a su contrincante John McCain. Más de 9 millones de electores latinos participarán en estos comicios, frente a los 7,6 millones de 2004, lo que supone el 15% del electorado norteamericano este año. Frente a las cuestiones que más les preocupaban entonces (aborto y matrimonio entre homosexuales), las prioridades ahora son inmigración y economía.

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