Pliego
Portadilla del Pliego, nº 3.115
Nº 3.115

La mochila del obispo. Pistas para preparar bien los sacramentos

En octubre de 2017, publicamos un ‘Pliego’ que llevaba por título “El tren azul. Consideraciones pastorales en torno a la muerte” (VN, nº 3.056). En la línea de aquel texto, ahora la motivación surge de lo vivido en torno a la celebración del sacramento de la confirmación. Este puñado de reflexiones viene originado, como veremos, por el ‘bisbe’ (obispo) Toni Vadell, auxiliar de Barcelona y presidente del Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Cataluña y las Islas Baleares.

No nos vamos a quedar únicamente en el sacramento de la confirmación, y apuntaremos algunas perspectivas, ilustradas con ejemplos, para el resto de sacramentos; excepto el del orden sacerdotal que, al ir dirigido a los ministros ordenados y ser menos frecuente, lo dejamos para que se anime algún teólogo u obispo.

El ‘bisbe’ Toni vino un par de veces en 2018 por el Col·legi Padre Damián SS.CC. de Barcelona, donde yo trabajaba hasta el curso pasado. Primero, tuvo un encuentro con los alumnos de 2º de Bachillerato, que le formularon preguntas de todo tipo. Él fue respondiendo con naturalidad y cercanía a los jóvenes, a los que animó a que no busquen como primer valor el éxito, porque “si se cuidan, la realidad puede superar sus mejores sueños: ese es el verdadero éxito”.

El ‘bisbe’ dejó en la secretaría del colegio la mochila negra que traía. Es una mochila de ordenador, pero que le va muy bien para llevar la mitra, el solideo y el báculo portátil. Así viaja discretamente en metro y autobús por Barcelona. Después de visitar a nuestros alumnos, tenía una confirmación en una parroquia cercana. Pero en la mochila no había solo objetos litúrgicos episcopales, iba cargada de ideas, ilusiones y creatividad pastoral de un joven y entusiasta pastor.

En su segunda visita, conoció a los que se iban a confirmar y dialogó con ellos, haciendo hincapié en que en la confirmación recibirían el regalo más grande: el Espíritu Santo, “la presencia viva del Señor habitará en tu corazón, y te acompañará el resto de tu vida. No es que ya no goces del Espíritu. Evidentemente, desde el bautismo, pero a través del sacramento de la confirmación lo queremos celebrar nuevamente, acentuando especialmente que el Señor te da el Espíritu para enviarte en misión: vivir el Evangelio en medio del mundo, entre tus amigos, familiares, sobre todo, entre los más alejados, los que están en la periferia, como dice el papa Francisco”.

Les explicó también el significado del crisma; para ello, diferenció entre el maquillaje y la crema. Los jóvenes apuntaron que el maquillaje oculta la realidad, la disfraza de algún modo, mientras que la crema hidrata, protege, penetra, fortalece el rostro o el lugar donde se aplica. Recibir el santo crisma es contar con la fortaleza de la acción del Espíritu de Jesús en nuestra vida. Maquillaje y crema se les quedaría bien grabados en la mente a este grupo. Son imágenes que ayudan y que se retienen.

Después de este encuentro, el obispo envió a cada uno de los jóvenes una carta por correo electrónico a la que debían responder. Es una tarea para prepararse a recibir el sacramento y así poder conocerlos mejor. Los confirmandos tuvieron que responderle a su dirección de correo electrónico a estas tres preguntas:

Preséntate. ¿Quién eres? Indícame algunas características que creas interesantes de ti.

¿Cuál ha sido tu historia cristiana hasta hoy? Haz una breve síntesis y cuéntame tu vida cristiana, recordando sobre todo las experiencias que has tenido y a las personas que estás especialmente agradecido porque te han transmitido la fe.

¿Por qué necesitas a Dios dentro de tu vida? ¿Cómo vives este momento de recibir el sacramento de la confirmación? ¿Qué significa este sacramento para tu fe en Jesús?

Después de ir recibiendo las cartas, monseñor Vadell fue respondiendo personal y brevemente a cada uno de los jóvenes. A Guille le escribía: “Me encanta lo que cuentas de tu historia de fe, y cómo has continuado fiel a la opción que hicieron tus padres pidiendo el bautismo para ti en el año 2000. Y agradeces a la vez al padre Edu… qué grande es el Señor que nos pone a personas que nos ayudan a vivir la fe”. Anna quiere ser maestra. Y el ‘bisbe’ se alegra de su elección: “Gracias por comentarme cosas de tu vida, que quieras ser educadora. Eso me parece interesantísimo, porque estoy convencido de que la educación es apasionante. Te felicito por tu vocación”. Y hay un mensaje que solía y suele remarcar: “La confirmación es un gran sí tuyo y, a la vez, del Señor que te confirma, que te dice que te quiere mucho”.

En la homilía de la celebración de la confirmación, se refirió a algunos de los aspectos que los confirmandos le habían comunicado en esta original correspondencia epistolar. Además, subrayó cómo el Señor les quiere a cada uno y quiere que no se sientan solos, porque Él les ama. Les animó a ser testigos y les puso una tarea misionera, que es contar el secreto de su vida, cuánto les ama Dios, a siete personas de su entorno. Ungió a cada uno de los jóvenes impregnándolos bien en la frente con el crisma, por el que se convierten en “otros cristos”, y luego les dio un sentido abrazo de paz, mientras les decía: “Dios te ama”.

Después de la misa, Anna fue a abrazar al ‘bisbe’, porque se sentía emocionada por todo lo vivido. Y Toni compartió un rato con las familias y con los jóvenes. Después, recogió su mochila, se despidió y tomó el metro para regresar a casa. Iba feliz. Ese día cumplía el vigésimo aniversario de su ordenación sacerdotal.


Índice del Pliego

LA CARTA DEL ‘BISBE’

EL ENCALIJO Y OTRAS PRÁCTICAS

  • El encalijo
  • Las ataduras
  • Los clavos
  • El reloj

UNA FIESTA DE CUMPLEAÑOS

MOMENTO ‘REY LEÓN’

METERSE EN LOS ZAPATOS DEL OTRO

  • Preparación remota
  • Preparación próxima
  • Preparación inmediata

UNCIÓN O “TABERNÁCULO SAGRADO”

SENTADOS EN LA HIERBA

Lea más: