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Para hacer frente al mal que nos acecha


FREDY PEÑA TOBAR, SSP

¿Cuántas heridas llevamos dentro? ¿Qué quieren decirnos de nosotros mismos y de nuestra historia? Por medio de estos cuestionamientos, el monje benedictino Anselm Grün nos plantea un gran desafío: ser capaces de humanizarnos, de mirar hacia dentro y encontrar las pistas que nos puedan conducir hacia la propia sanación. Ayudar a nuestro espíritu a encaminarnos a una cura que proteja nuestro cuerpo. Esta es la propuesta de Transformar las heridas en perlas, una obra que aborda la devoción hacia los catorce santos sanadores para que, a partir de cada leyenda, seamos capaces de abrir las puertas hacia el encuentro con un Dios misericordioso que nos salva y protege.

Los catorce santos sanadores eran muy venerados en el Medioevo. La gente recurría a ellos para hacer frente a las necesidades cotidianas –enfermedades humanas y de animales, implorar por un trabajo, aliviar los dolores, salvar de la muerte–. En aquella época se creía que estos fortalecían su confianza en que Dios podría resolver sus desdichas operando, a través de ellos, como el verdadero médico y sanador. Grün narra sus historias para redescubrir el simbolismo que hay tras ellas y cómo esos símbolos pueden perfectamente aplicarse a los males que hoy nos aquejan.

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TRANSFORMAR LAS HERIDAS EN PERLAS
14 santas leyendas de sanación
Anselm Grün
San Pablo

San Cristóbal, por ejemplo, carga sin saberlo a Cristo en sus hombros. Lo ayuda a atravesar un caudaloso río. Sus fuerzas flaquean, pero sigue adelante. ¿Qué sucede si esas aguas representan nuestros miedos, que nos hacen retroceder o hundirnos en las profundidades de nuestro inconsciente, sin avanzar? Un corazón centrado en Cristo, como el del santo, nos permite cruzar el torrente y plantar nuestros pies en tierra firme.

Otro ejemplo es el de santa Margarita. Encerrada y enfrentada a la maldad, esta la visita en forma de dragón. La santa hace frente y logra controlar al mal en forma de dragón. ¿Qué nos dice a cada uno hoy, si pensamos en las sombras con las que lidiamos interiormente?

Una cosa es común en todas las leyendas de sanación: sus protagonistas tienen la templanza y el valor de enfrentar las pruebas, porque saben que Dios está a su lado. Aún en los peores momentos, en las torturas y en el dolor, el Señor los cuida. De la lectura se desprende esa gran lección: podemos hacer frente al mal que nos acecha y sanar solo si caminamos por la senda de Dios. Al convertirse al cristianismo, los santos debieron hacer frente a un mundo hostil. Y el dolor lo transformaron en oración, el suplicio en entrega. Pese a las heridas, encontraron el descanso y la serenidad en la fe.

Transformar las heridas en perlas nos da la certeza de que en cada símbolo de las leyendas de sanación podemos encontrar las llagas que llevamos escondidas en nuestra propia piel. Pero también podemos encontrar pistas que nos conduzcan a superar las heridas y transformarlas en una fuente de bendición.
Para Anselm Grün, las imágenes nos inducen a contemplar nuestras propias dolencias y vulneraciones. Nos indican los remedios que pueden sanar las heridas, en donde podemos divisar los caminos que apoyan nuestro proceso de sanación.

Actualizado
07/08/2016 | 00:00
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