Libros

Diccionario Enciclopédico de Derecho Canónico


Esta obra ha sido editada por Stephan Haering y Heribert Schmitz (Herder, 2008). La recensión es de Pedro J. Martínez Robles

 

Diccionario Enciclopédico de Derecho Canónico

Editores: Stephan Haering y Heribert Schmitz

Editorial: Herder

Ciudad: Barcelona

Páginas: 957

 

(Pedro J. Martínez Robles) Han sido escasas las obras generales sobre derecho canónico que se han publicado en español durante los últimos años, basta recordar el gran Comentario Exegético de la editorial de la Universidad de Navarra -desigual en muchas de sus entradas- o el menos pretencioso Diccionario de Derecho Canónico, que dirigieron Carlos Corral y José María Urteaga y se reeditó en 2000. Sabemos que el panorama bibliográfico canónico español se ciñe a obras especializadas, sobre todo de derecho matrimonial o procesal, a publicaciones de ponencias en congresos o a colecciones de artículos de autores que vieron la luz en diferentes revistas de investigación y que se han compilado más o menos recientemente en obras de homenaje casi póstumo a estos eximios canonistas.

En este horizonte de obras canónicas, sale a la luz el Diccionario enciclopédico de Derecho Canónico, una obra que la editorial Herder se ha atrevido a publicar en español. Este Diccionario enciclopédico fue dirigido por Stephan Haering y Heribert Schmitz en 2001 en Alemania y ha sido coordinado en su edición traducida por Mons. Ignacio Pérez de Heredia y José Luis Llaquet. Como se dice en el prefacio, se recogen las entradas sobre temática canónica de la tercera edición del enorme Lexikon für Theologie und Kirche, completadas por casi un centenar y medio de artículos aportados por los editores en lengua alemana y española.

Sabemos que el riesgo de una publicación de estas características es su desequilibrio, de manera que unos conceptos estén mejor explicados que otros o, en muchas ocasiones, ciertos artículos desmerezcan del conjunto. No sucede aquí, porque me parece que se llega a alcanzar la aspiración de cualquier obra complexiva canónica: su totalidad y brevedad, así como su rigor y precisión jurídica. Cualquier persona con unos conocimientos jurídicos medios -cualquier sacerdote o cualquier laico- podrá encontrar conceptos claros y continuas referencias a otras entradas que complementan las anteriores.

Pero tampoco se trata de una obra dirigida exclusivamente a unos destinatarios poco formados, porque el canonista experto encontrará no sólo una abundantísima bibliografía sobre cada temática tratada, eso sí en alemán, sino que también podrá hallar voces especializadas en las que los autores desarrollan sumariamente sus conocimientos sobre la materia. Los índices -que tantas veces se echan de menos en estudios especializados- son un complemento perfecto para el acercamiento a conceptos clave de derecho canónico y, a la vez, una ayuda inapreciable para la búsqueda exacta de respuestas a las preguntas que la práctica concreta puede provocar en el estudioso, en el lego en esta materia o en el que hace de la práctica canónica su trabajo y misión eclesial.

Mención aparte merece también la opción que ha hecho este Diccionario enciclopédico por la Historia del Derecho Canónico. Estudiar hoy derecho canónico ha de significar estudiar también la historia de sus instituciones y de sus autores; pues bien, al adentrarnos en esta obra, encontramos continuas referencias a cuantos a lo largo de los siglos y en todas las lenguas hicieron, con sus comentarios a las leyes de la Iglesia, la ciencia canónica hasta el punto de ponerla al mismo nivel que la teología o la filosofía. Se trata de un instrumento que entiendo se ha de convertir, con el paso de los años, en esencial para la investigación de la historia del derecho canónico; de hecho, sus índices suponen una cuidadosa y óptima puerta para adentrarse en este vasto campo que parece coto cerrado de los investigadores y que desde aquí se puede abrir al estudio más o menos pormenorizado de los futuros canonistas.

Los que cada día trabajamos con el derecho de la Iglesia debemos de estar agradecidos a Herder por este volumen. Se trata de una apuesta editorial que ha de ser reconocida y apreciada por todos y que servirá de gran ayuda a los hispanohablantes y a los que no conocen la lengua alemana. Es, en definitiva, una obra de referencia, con una edición exquisita y, a la vez, manejable; divulgativa y, a la vez, especializada; que ha de estar en cualquier biblioteca canónica que se precie y que esté abierta al estudio, a la profundización y a la investigación del derecho de la Iglesia. 

En el nº 2.635 de Vida Nueva.

Actualizado
07/11/2008 | 09:03
Compartir