José Hipólito Purizaca, el nuevo director de las Obras Misionales Pontificias de Perú

El sacerdote peruano habla con Vida Nueva sobre las las perspectivas y retos de la misión en el país suramericano

José Hipólito Purizaca, sacerdote de la diócesis de Trujillo (Perú), asume la dirección de las Obras Misionales Pontificias en este país para el periodo 2023-2028. Viene de prestar servicio en el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), donde ejerció como secretario adscrito.

Tiene 48 años, de los cuales 19 lleva como sacerdote. Estudió en Roma y España. Entre sus encargos pastorales están: Canciller, animador vocacional, vicario general, vicepárroco y párroco. También ha sido formador, rector y profesor en el seminario de Trujillo. Conversó con Vida Nueva sobre las perspectivas y retos de la misión en el Perú.

Con esperanza

PREGUNTA.- ¿Cómo ha asumido este encargo de estar frente a la OMP Perú?

RESPUESTA.- Uno de los servicios pastorales más importantes de la Iglesia es la misión, por naturaleza es misionera; quiere decir que sin la misión no se entiende la Iglesia; por lo tanto, este encargo me causa mucha ilusión, me invita a ser creativo y a descubrir los desafíos que la Iglesia tiene en los momentos actuales.

Ya llevo dos meses que he asumido esta responsabilidad, y he empezado esta tarea tal como el Santo Padre nos invita en su Querida Amazonía, a participar de sus sueños, y comenzar un camino que haga realidad lo que queremos para el bien de las misiones; y lo que dice el Papa no son palabras que decoran un documento, sino la forma más juvenil para descubrir la esperanza de un mundo lleno de Dios. Sueños, ilusiones y responsabilidad son las maneras en que me he propuesto asumir este encargo pastoral.

Caminar juntos

P.- ¿Qué acciones ha emprendido de cara al caminar misionero en el país?

R.- El Perú es un país con enorme espíritu de solidaridad, de trabajo y de fe. Esto es importante, pues, en cuanto nos vean como un lugar donde se promueve el alma peruana para las misiones, muchos se unirán a nosotros. Existe un gran compromiso por parte de muchos laicos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, esta es nuestra fortaleza, estoy seguro que Dios siempre nos va a bendecir con la presencia de ellos.

Al ser una obra Pontificia, muy comprometida con la labor misionera del Santo Padre, las OMP – Perú tienen como aliados a la Conferencia Episcopal Peruana, principal promotora de la misión; la Conferencia Episcopal Peruana, cuyo presidente es monseñor Miguel Cabrejos Vidarte y la Nunciatura Apostólica, con monseñor Paolo Rocco Gualtieri al frente, promueven las misiones y nosotros coordinamos con ellos. La clave es caminar juntos, en comunión, la misión y la naturaleza de nuestros trabajos pastorales nos unen.

Junto a las reuniones constantes, está el de unirse en oración, esto es muy importante para poder realizar esta misión. Hoy existe una variedad de instrumentos modernos para la comunicación, pero es la comunicación personal, la cercanía entre el equipo de trabajo lo que va a ayudarnos a entendernos mejor. El corazón de la comunicación personal es la confianza.

Estoy plenamente confiado en que para realizar con responsabilidad esta tarea son necesarios los procesos, no se debe renunciar a ellos, por lo que nuestro Plan tiene el espíritu sinodal, entendido como un proceso que involucre a todos. Para unirse a este camino sinodal es necesaria la escucha, no solo para hablar de los problemas, sino, sobre todo, de los sueños, expresar el sueño que se tiene es un paso fundamental para seguir adelante. Esto es vital, si no se sueña no podemos avanzar.

Perú, tierra ensantada

P.- ¿En concreto, qué se ha propuesto?

R.- Nuestro Plan diseñado para este año 2023, responde a muchos reuniones que estamos teniendo. Juntos hemos elaborado la misión de las Obras Misionales Pontificias partiendo de que ésta está formada por cuatro Obras Pontificias (Propagación de la fe, Infancia y Adolescencia Misionera, San Pedro Apóstol, Pontificia Unión Misional) al servicio de la Iglesia Universal, en comunión con el Papa y la Iglesia en el Perú.

Además promovemos la animación misionera, la oración, la cooperación y la formación; y despertamos la conciencia misionera en el Pueblo de Dios que camina en estas tierras peruanas.

Tenemos como visión dice que “para abrirse a las celebraciones en el 2032 de los 100 años de vida en el Perú, queremos que en seis años (2029) los procesos emprendidos se hayan consolidado, de esta manera las Obras Misionales Pontificias serán:

  • Una fuerza eficaz de Animación, cooperación y oración a la vida de la Iglesia.
  • Un lugar de reflexión y formación en misión.
  • Un terreno para el nacimiento y el crecimiento de las vocaciones misioneras.

Queremos ser conocidos por los valores de la oración, la animación, la cooperación, el sacrificio, el diálogo y la gratitud; de igual manera nuestro lema es: “Perú, tierra ensantada, caminando juntos por la Misión.

En comunión con el Papa

P.- Recientemente estuvo en Roma y se encontró con el Papa, ¿qué recuento puede hacer de esta visita?

R.- En el contexto de la Asamblea General de Directores Nacionales de las OMP, se realizó la visita al Santo Padre. Esos días han sido de mucha fuerza y aprendizaje para mí, pues también en este viaje a Roma participé del curso para los nuevos Directores Nacionales, luego, hasta el día 6 de junio estuve en la Asamblea General de todos los directores nacionales.

R.- Escuchar hablar en distintos idiomas a mis hermanos y hermanas de todo el mundo, escuchar sus testimonios supone en estos tiempos un reto a nuestra vida como creyentes.

El día sábado 3 de junio estuvimos con el papa Francisco, comparto lo que él nos dijo, sus palabras son un llamado a ir a los más profundo de nuestro compromiso, que es la animación misionera.

Es una gracia de Dios el que todos los directores nacionales puedan estar en un mismo lugar con el Santo Padre, en él todo es enseñanza, su caminar, sus palabras, su mirada, sus gestos son siempre lugar de expectativa para los cristianos, es la experiencia que todos esperamos, y sin lugar a duda, me ha fortalecido mucho.

Durante la Asamblea General, los días lunes 5 y viernes 6 han sido días para escuchar los informes económicos y dar la debida aprobación, esto es un signo de la transparencia de las OMP, todos hemos tenido la oportunidad de hablar y nos estamos escuchando.

En mi caso, he insistido en la necesidad de seguir implementando el camino sinodal como parte de nuestra vida eclesial y, por otro lado, he pedido que las OMP sean testimonio vocacional para que de esta manera muchos se animen a seguir su camino vocacional como laicos, consagrados, misioneros, sacerdotes.

Las caras de la misión

P.- ¿Qué desafíos tiene las OMP sobre todo en el actual momento que vive la Iglesia con el camino sinodal?

R.- Las Obras Misionales Pontificias como el brazo y signo misionero de la Iglesia Universal tiene sus propios objetivos; y al iniciar este encargo como director de las OMP quisiera continuar con las tareas emprendidas por las OMP – Perú en favor de las misiones; fortalecer cada una de las obras e iniciativas que han ido naciendo a lo largo de estos años.

Asimismo estar abierto al espacio que los fieles tienen para seguir avanzando en la misión, pues el espíritu sopla con mucha fuerza, y debemos estar atentos para saber caminar juntos, escucharnos mutuamente y discernir en comunidad; propiciar entre el Pueblo de Dios la oración, la importancia de la Animación Misionera, de la cooperación para el fortalecimiento y sostenimiento de las misiones en nuestro país.

Sobre todo fomentar el espíritu misionero en los niños, adolescentes y jóvenes, involucrando en estos procesos de formación misionera a sus familias; animar la oración en los enfermos y adultos mayores por las misiones, de manera especial por las vocaciones misioneras; y, finalmente, establecer alianzas y vínculos de solidaridad con instituciones que compartan el carisma misionero para fortalecer nuestra labor.

Las prioridades están marcadas por el momento en que vive la Iglesia, que es el camino sinodal, para promover en todas sus formas las misiones, pues la misión tiene muchas caras. Incluso el aporte económico debe ser de todos, fruto de una conciencia misionera. Una Iglesia que camina, que escucha y discierne necesita de todos. Mi prioridad es unir el camino sinodal con todo lo que hace las OMP.

Nuestro país es un católico por excelencia: por historia, por porcentaje y por vivencia. Lo religioso lleva dentro de sí valores, las OMP, ésta debe ser signo de esperanza, símbolo de unidad para alcanzar las metas, y, además, debe estar comprometida con los más necesitados.

Foto: CEP

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