Editorial

Divorciados… y fieles

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Durante años, las personas cuyo matrimonio se vio abocado al fracaso no solo han vivido el dolor de la ruptura de un proyecto de vida en común, sino que, en su vida comunitaria dentro de la Iglesia, han sufrido el estigma de una condición que les ha impedido acercarse a participar de algo tan esencial como la comunión.

Pero algo está empezado a cambiar, aunque solo sea potenciando una pastoral que les acoge, acompaña y abraza, desterrando unos usos que, en ocasiones, les ha hecho sentir en continuo pecado, convidados de piedra en la casa del Padre.

Cada vez son más las voces –también de obispos– que, sin descuidar la doctrina, piden cambios en el trato, analizando a fondo la problemática, que varía en cada caso. Un reto aún pendiente.

En el nº 2.824 de Vida Nueva. Del 17 al 23 de noviembre de 2012.

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