EDITORIAL VIDA NUEVA | Hasta la fecha, desde Ciudadanos habían intentado dar esquinazo a su proyecto de encaje de la escuela concertada dentro del modelo educativo. Ahora desvelan su apuesta en Vida Nueva, respaldando el actual modelo, pero con matices cuestionables.
Si se quiere defender el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, no resulta suficiente de palabra. Para cumplir el precepto constitucional, los colegios concertados necesitan partidas presupuestarias que garanticen su viabilidad. De ahí que desconcierte que se defienda su existencia pero que luego se apoyen recortes desde los parlamentos autonómicos. Quizá desconocen que los sueldos de los profesores de la concertada son más bajos realizando el mismo trabajo que en la pública o que estos centros ahorran al Estado más de 6.000 millones de euros.
Sin la escuela concertada, el actual modelo educativo es insostenible. Teniendo en cuenta la apuesta por la innovación, la integración y la diversificación donde la concertada lleva la delantera, ahogar parte de la financiación de estos colegios implica cerrar la puerta a ese pacto urgente que propone Ciudadanos para mejorar la calidad del profesorado y del alumnado.
En el nº 2.976 de Vida Nueva. Del 13 al 19 de febrero de 2016
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