GRACIAS PEDRO


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La vida de Pedro se apagó el 12 de octubre. Hasta último momento estuvo en contacto con amigos y colegas, haciendo lo que siempre hizo: periodismo.

Este lunes 21 de noviembre el cardenal Mario Poli lo despidió con una misa en su memoria. Allí no solo participó su familia, sino muchos amigos y compañeros de ruta.

Poli habló de él: de su fina pluma, de su capacidad de iniciativa, de su compromiso con la profesión, de su mirada crítica hacia la profesión y hacia la Iglesia, de la que siempre se sintió hijo.

Fundador, presidente, jefe, redactor, docente, colaborador… y desde todas estas funciones se mostró confiable, amigo, inquieto, emprendedor.

Nos queda como legado una invalorable cantidad de artículos, notas y libros para aprender y analizar desde lo cristiano y lo humanista, una visión comprometida del mundo y de la Iglesia.

Cuando lo despedíamos desde la página de Facebook de Vida Nueva, hablamos de su compañerismo, y rescatamos lo que creemos que lo definió como hombre de Iglesia: “…Por su trayectoria y experiencia en el periodismo religioso fue siempre un valorado compañero, allí donde se desempeñara. Esta Revista recordará siempre la inquietud de Pedro por profundizar el análisis crítico de los acontecimientos eclesiales”.