José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

El galón de la caridad cada vez brilla más


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DOMINGO 29. Paseo por la Feria del Libro. Me cruzo con la exministra Sinde, feliz por su anonimato, por caminar sin escoltas ni miradas curiosas. Sigo adelante. Y una peluca rosa en una caseta me detiene. ¡Es Rosetta! Amiga. Lo contrario a un vampiro. De aquellas personas que te aportan un chute de energía solo con un abrazo. Yo me llevé dos. Y las ganas de beberme. “Ya no tengo el alma en pena”. Recargado, llego a mi destino. En hora límite. Cuando apenas le quedan libros a Avendaño para firmar. Su homenaje a Jorja tiene tirón. El de una madre.

LUNES 30. Roma. El padre Garralda recibe a Osoro. En su casa, que es la de los hombres y mujeres que han decidido dejar atrás la cárcel, el alcohol, las drogas. No hay protocolos. Solo encuentro. Habla Olga. “Soy de Algeciras. Llevo 14 meses sin probar nada. Todo, gracias a mi hija. Yo le dije que me sentía una mala madre. Ella, con 17 años, me salvó: ‘No eres mala, solo estas enferma’”. Horizontes abiertos. Garralda bromea, reparte juego. Y reivindica. “Venís aquí porque tenéis derecho a una casa. La sociedad os ha maltratado tanto que os ha hecho creer que no tenéis ni derecho a vivir”. Solo se le quiebra la voz al final. “Madrid estaba encapotado y Osoro nos ha descubierto otra vez el cielo”.

MIÉRCOLES 1. El lunes conocí en Horizontes Abiertos a Nati. Hoy, camino del trabajo, la tengo presente porque alguien me preguntó ayer por enésima vez qué harán con los obispos que han cerrado etapa. ¿Pasillos eternos? ¿Promoción obligada? ¿Billete a Roma? Nati, con su vida, tiene una respuesta. Lo ha sido todo en la Orden de Santo Ángel. Provincial, con todo lo que conlleva. Ahora, también lo es todo. Con los últimos. Cada día recorre una hora y media en tren de Fuenlabrada a Sanchinarro. Para ayudar en lo oculto a la cocinera de la casa de acogida. Y feliz. En el servicio. No le vi que se le cayera anillo alguno. El galón de la caridad cada vez brilla más. Aunque no se vea. Alguna vacante episcopal queda. Pero más vacíos se ven en fogones como la de Nati.

jose.beltran@ppc-editorial.com

En el nº 2.991 de Vida Nueva