Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

El espíritu del coste de oportunidad


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Uno de los elementos clave en el economicismo de nuestra sociedad es la idea del coste de oportunidad. Cuando hablamos de él nos referimos en esencia a aquello que tenemos que sacrificar para poder obtener algo. Porque en toda elección, siempre hay una renuncia. Si decido una tarde de sábado ir al cine, no voy a poder hacer otra cosa en el tiempo que estoy delante de la pantalla sentado en una butaca de la sala.



El concepto de coste de oportunidad se utiliza para analizar nuestras compras. Cuando adquirimos algún bien podemos tomar nuestra decisión desde este prisma. Por ejemplo, si queremos comprar un libro podemos comparar entre hacerlo en un tienda y hacerlo on line.

Puede ser que en la tienda nos salga más caro pero lo tenemos ya en el momento que lo compramos, sin embargo, si lo compramos por internet nos puede costar más barato pero tarda unos días en llegar, o más caro, si lo recibimos en menos de 24 horas. Calibrar qué es lo que perdemos cuando tomamos una opción u otra y tomar la decisión desde ahí, es utilizar la mirada del coste de oportunidad.

Lo que se nos olvida siempre es que esta mirada es egoísta ya que en ella, solamente pensamos en nosotros mismos. Nos ponemos en el centro de la decisión y los criterios que utilizamos para tomarla pasan exclusivamente por nosotros mismos. La mirada economicista, es siempre así, auto-rreferente, los demás nos dan igual.

Ante la mirada economicista plasmada en el coste de oportunidad, existen otras miradas constructivas que piensan en el otro. Cuando en lugar de utilizar el coste de oportunidad para decidir mi compra observamos cuál es la opción más ecológica o la más social, nuestros criterios cambian.

Porque podemos pensar que comprar en la tienda es más ecológico ya que la cantidad de transporte añadido para la compra es menor, o la cantidad de paquetes que se utilizan también es más reducida. O que comprar al librero de la esquina produce mayor impacto económico en el barrio y mejor empleo que hacerlo a una tienda on line.

Una espiritualidad volcada en el otro, que quiere mejorar la sociedad en la que nos encontramos, precisa de unos criterios de compra y de una mirada que vaya más allá del coste de oportunidad para centrarse en a quién y a qué beneficiamos cuando realizamos unas compras u otras.