Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

El Dragón supremacista


Compartir

El Instituto de Investigación sobre Religión Pública ha compartido una encuesta sobre nacionalismo y cristianismo en Estados Unidos. Seguir los comportamientos estadounidenses en religión y política es clave dada la inmediata imitación que hace el fundamentalismo católico de sus enfoques y lenguajes.



Se entrevistó a 22.000 adultos del país. Los supremacistas cristianos responden afirmativamente a cinco cuestiones:

  • el Gobierno debe declarar a EE.UU. nación cristiana;
  • si se aleja de los fundamentos cristianos dejará de existir como tal país;
  • Dios ha llamado a los cristianos a ejercer dominio sobre todas las áreas sociales;
  • las leyes deben basarse en valores cristianos;
  • y ser cristiano es parte esencial de ser estadounidense.

El 10% apoya intensamente estas tesis y el 20% lo hace con menor fuerza. El 30% las rechaza por completo. Entre cristianos practicantes, el nacionalismo religioso extremo se eleva hasta el 52%. Entre evangelistas blancos, sube hasta el 62%.

El supremacismo cristiano se informa principalmente por medios ultras: solo el 25% de quienes ven noticias en grandes medios convencionales mantiene posiciones radicales. El integrismo es rechazado por el 75% de los jóvenes menores de 30 años y el 79% de los universitarios.

Seguidores de un crucificado

Entre los latinos protestantes, el supremacismo cristiano también es alto (52%) y baja al 39% en protestantes afroamericanos. El catolicismo es el que más se aleja del supremacismo cristiano, aunque hay contagio protestante: son fundamentalistas nacionalistas el 31% de los católicos blancos y el 25% de los latinos.

EE.UU. es fuente y soporte del fundamentalismo católico en nuestra sociedad. Junto al autoritarismo religioso de la Rusia de Putin, son un nuevo Dragón de hoy y sus principios son anticatólicos. Por el universalismo, la fraternidad y la sinodalidad, la Iglesia católica es considerada su principal adversario a batir. De todos modos siempre será raro pretender hacer supremacistas a seguidores de un crucificado.

Lea más: