En la agenda del papa Francisco de este 4 de agosto está la visita a la parroquia del San Vicente de Paúl en la Carretera de Serafina –el barrio en el que, según el dicho, no los policías se atreven a entrar–, por lo que se le conoce como “Centro Parroquial de Serafina”. En este espacio se reunirán invitados de diferentes instituciones caritativas que ofrecerán al Papa su testimonio. Además, la visita contará con la presente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
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Una comunidad de ayuda
En este centro estarán esperando al Papa algunos de los usuarios y trabajadores –unas 500 personas– del propio Centro Social y Parroquial San Vicente de Paúl, de la asociación ‘Acreditar’ y de ‘Ayuda a la Cuna’. Con todos ellos realizará un momento de oración. En la asamblea habrá ancianos, jóvenes, niños con sus padres y personas con discapacidad. Pero ¿qué hacen realmente en este lugar?
El Centro Social y Parroquial está en pleno barrio de Serafina, dentro del Parque Monsanto, una amplia zona de bosque que actúa como pulmón de Lisboa. En este centro hay 170 personas que llevan adelante múltiples actividades y proyectos como una guardería, jardín de infancia, actividades de Tiempos Libre para niños y jóvenes, residencia de ancianos, centro de día para ancianos y personas con discapacitad, así como, apoyo domiciliario. En este centro se atienden a 800 personas diariamente y se distribuyen cerca de 1200 comidas.
La asociación de padres y amigos de niños cáncer Acreditar se define como “una red de convivencia y apoyo formada por niños, jóvenes, padres y amigos. Estamos juntos desde 1994 para afrontar de la mejor manera posible la dinámica que impone el cáncer pediátrico, intentando proporcionar a todos la certeza de un apoyo en un momento de incertidumbre. Te acompañamos en cada etapa de tu enfermedad”. En concreto su labor la realizan en las Casas Acreditar, en los hospitales o en atención a domicilio. Su red de apoyo trata de sen integral.
La asociación de solidaridad social ‘Ajuda de Berço’ –ayuda a la cuna, en español– nació en 1988 “para dar regazo, cariño y hogar a bebés y niños desprotegidos”. A partir de un grupo de personas anónimos ha logrado el apoyo de diferentes empresas del Patriarcado de Lisboa, el Ayuntamiento de Lisboa y muchos voluntarios. “En esta casa hecha de muchas cunas y muchas ayudas, trabajamos cada día para ofrecer un regalo digno y feliz a niños de 0 a 3 años que esperan un futuro: una familia adoptiva, el regreso a su familia biológica u otro regazo donde encuentren la protección que merecen y necesitan.”
