Un mundo de trágicos contrastes

Sumatra-ÁfricaA medida que pasan los días, crece la cifra de muertos por el terremoto que sacudió la isla de Sumatra, que podrían llegar a 3.000. Superado el temor a nuevos temblores, las epidemias y el hambre amenazan a la población. Otra vez la naturaleza vuelve a cebarse con los más indefensos. Como lo han hecho las inundaciones en el sur de la India, dejando a dos millones y medio de personas sin hogar, o la pertinaz sequía –¡trágico contraste!– que afecta a 23 millones de africanos, la peor de la última década. ¿Qué hacer ante tantos frentes abiertos? No parece fácil luchar contra los elementos, pero sí sensibilizarnos de que “Desarrollo y Justicia Climática” –como defiende una reciente campaña de Manos Unidas– son conceptos que, bien conjugados, podrían contrarrestar los devastadores efectos de una meteorología, cuanto menos, “despistada”.

En el nº 2.678 de Vida Nueva.

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