(Vida Nueva) Con la llegada del verano, la afluencia masiva de gente a los destinos vacacionales ‘pone a prueba’ la capacidad de acogida y de atención a los fieles de la Pastoral del Turismo. El rector del Templo Ecuménico de Playa del Inglés en Gran Canaria, Jesús Marqués, y el director del Secretariado de Pastoral del Turismo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Francisco Juan Galiana, relatan en los ‘Enfoques’ sus diversas experiencias en este campo.
Atención personalizada
(Jesús Marqués Martín-Cerezo– Rector del Templo Ecuménico de Playa del Inglés, Gran Canaria) Las Islas Canarias, desde hace muchos años, han sido receptoras del turismo procedente de toda Europa, especialmente en esos países donde la temperatura media en los meses de invierno no supera los 0º. Por ello, la temporada alta en Canarias ha sido, sobre todo, el invierno. Desde hace algunos años, sin embargo, también en primavera y verano recibimos turismo, no sólo de Europa, sino también de toda la Península y de las propias Islas.
La Pastoral del Turismo tiene como objetivo prioritario la atención a los turistas que nos visitan y desean celebrar su fe y también el seguimiento de aquellas personas que trabajan en el ámbito del turismo. En nuestras islas, no sólo en el Templo Ecuménico de Playa del Inglés (Gran Canaria) del que soy rector, sino en muchas parroquias que son receptoras de turismo, se tiene presente esta pastoral.
Algo especifico es que la Pastoral del Turismo y la Pastoral Ecuménica son inseparables. Todos esos miles de personas que nos visitan procedentes de Europa (Escandinavia, Finlandia, Holanda, Islandia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Irlanda, Francia, Italia, Polonia…) son hermanos de otras confesiones cristianas, además de católicos. Por eso, nuestros templos están abiertos a sacerdotes y pastores de diferentes confesiones y a sus comunidades.
Una cosa muy importante en la Pastoral del Turismo es la información, aunque si hay extranjeros que residen fijos, o por largas temporadas, buena parte viene por dos semanas o algo más, se hospedan en hoteles, apartamentos, bungalows…, y es necesario que en las recepciones tengan toda la información necesaria tanto de cultos como de cualquier otra actividad que se lleve a cabo para los turistas y personas del lugar. En estos lugares de playa es muy probable que personas de ciudades cercanas tengan su segunda vivienda y frecuenten los servicios que se ofrecen todo el año.
El Templo Ecuménico de Playa del Inglés en Gran Canaria es un lugar privilegiado para la Pastoral del Turismo y del Ecumenismo. Desde hace treinta y cinco años es un símbolo en nuestra diócesis y en nuestras Islas. Es una referencia de atención a los turistas. Tenemos catorce confesiones distintas que, sobre todo en invierno, en temporada alta (de noviembre hasta abril), mantiene una actividad muy intensa. No sólo de servicios puntuales de cultos. Por ejemplo, los domingos hay hasta ocho servicios diferentes: católicos, Iglesia Reformada Holandesa, Iglesia Anglicana, Iglesia Evangélica Alemana, Iglesia Escandinava Libre, Iglesia Evangélica Inglesa… En los cultos católicos hay misas internacionales en varios idiomas, en las que nos servimos de las conocidas Hojas Dominicales, que se confeccionan en el Templo y son recibidas y hacen uso de ellas en más de cuarenta parroquias de toda España. Estas Hojas, confeccionadas en diez idiomas, se ofrecen a los turistas de los diferentes países de Europa que frecuentan las International Catholic Mass.
Cada congregación (cada Iglesia) tiene diferentes actividades, no sólo los cultos puntuales, a lo largo de la semana, sea Eucaristía, sea la Cena del Señor… Tienen reuniones (meeting) como si fuese un club social, donde toman café, dulces, leen la prensa de sus respectivos países, etc. Comparten experiencias, siguen estudios de Biblia. Además, se organizan salidas de senderismo por la Isla, conciertos, corales, grupos de Alcohólicos Anónimos Internacionales. Y existe una biblioteca con más de dos mil volúmenes en alemán, inglés, sueco, etc.
Toda esta actividad, que se realiza tanto en el Templo Ecuménico como en el Centro Ecuménico y en tantos otros lugares de culto de las Islas, además de ser servicios comunes, pretende ser una atención personalizada a las necesidades de quienes lo solicitan. Hay muchos extranjeros sin recursos que vienen a las Islas por el clima benigno del Archipiélago y, económicamente, hay que ayudarles. Se percibe también mucha solidaridad tanto en sacerdotes como en pastores de las diferentes Iglesias. Todos prestamos nuestros servicios en los dos hospitales que están en la zona.
Con frecuencia, cadenas de radio y televisión europeas realizan programas, entrevistas, filman nuestros cultos y los difunden en sus respectivos países. Esto hace que esta Pastoral del Turismo y del Ecumenismo sea muy valorada en Europa, y que el Templo Ecuménico, además de un símbolo entre nosotros, lo sea fuera de nuestras fronteras. Es evidente que el turismo sufre también la crisis, y una ocupación que a lo largo del año, de una temporada a otra, podría llegar al 80%, ahora no pasa del 60%. Ha bajado en número y, para mantener la ocupación, las ofertas son de muy bajo costo. No ha decrecido la fe, el interés; ha decrecido, muy claramente, el número de asistentes.
Unir e integrar a todos
(Francisco Juan Galiana Roig– Director del Secretario Diocesano de Pastoral del Turismo de la Diócesis de Orihuela-Alicante) Ningún ámbito del ser humano puede quedar excluido de la fe, tampoco el turístico. El desplazamiento esporádico a otros lugares por ocio, cultura u otro motivo, no escapa a la misión evangelizadora de la Iglesia, más bien es el objetivo específico de la Pastoral del Turismo.
La provincia de Alicante es escogida por millones de personas para veranear. Este fenómeno lleva a la diócesis de Orihuela-Alicante a acoger a todos los allegados y a establecer los servicios religiosos, contando con estos nuevos inquilinos. Implica, en primer lugar, acondicionar las infraestructuras arquitectónicas necesarias y de personal. Es decir, que supone, por una parte, la constante creación de nuevas parroquias donde hay un incremento de población (con frecuencia motivado por el mismo flujo turístico y por el establecimiento de trabajadores del mismo sector) y, por otra, la apertura de centros de culto que han permanecido cerrados durante el año y que, debido al incremento de feligreses en el estío, se deben reabrir.
Junto a estas instalaciones hay que prever, también, la llegada de sacerdotes y religiosos foráneos. Buscados expresamente o venidos en calidad de turistas, se incorporan a las parroquias, prestando un gran servicio. Su convivencia fraternal y el intercambio de experiencias pastorales son enriquecedores y testimonian la catolicidad de la Iglesia.
En cuanto a la ejecución de esta pastoral turística en Alicante, se pretende no sólo ofrecer sacramentos y atender a cristianos, sino unir e integrar a todos, también de otras creencias e, incluso, no creyentes. Buena prueba de todo ello es el uso compartido de nuestros templos e instalaciones, donde prosélitos de otras religiones celebran su culto, así como los encuentros ecuménicos que se realizan, o el ejercicio indiscriminado de diversas actividades sociales, de carácter cultural o asistencial.
En la práctica, hay que tener en cuenta que la realidad turística es muy amplia. Por tanto, la tarea pastoral también es distinta según las circunstancias. No obstante, todos en la diócesis compartimos elementos comunes. El primero de ellos parte de nuestro obispo, D. Rafael Palmero, que da la bienvenida, con un saludo escrito, traducido a varios idiomas, y que se entrega a todas las parroquias, para que, a su vez, lo hagan llegar a cada veraneante. También se elaboran horarios de misas, confesiones y otras actividades de público interés, que se reparten, incluso, en los hoteles y comercios. En muchas parroquias, a los extranjeros se les da en las misas una hoja con las lecturas y el Evangelio traducidos al propio idioma, o se proclama algún texto escriturístico en otra lengua. Y si hay alguna colonia extranjera o grupo de otra nacionalidad, no es extraña una eucaristía entera en su propia lengua vernácula. Se trata de vivir y celebrar la fe todos juntos.
Conviene resaltar un fenómeno, curioso y gratificante a la vez: la abundante recepción del Sacramento de la Confesión en vacaciones. Es sorprendente ver la cantidad de penitentes que acuden a recibir la absolución. Tal vez, después de mucho tiempo, ante un sacerdote que no les conoce, a algunos les resulte más fácil confesar sus pecados. Por eso, los párrocos procuran que no falten confesores y se esfuerzan en programar y anunciar el Sacramento de la Penitencia. Otro hecho a destacar es la activa participación y la integración de algunos visitantes, pastoralmente comprometidos, que se implican de lleno en nuestros coros, movimientos apostólicos, equipos de liturgia…, llegando a adoptar a la parroquia de verano como su segunda comunidad cristiana.
Pero la pastoral turística alicantina no sólo se ciñe al culto. Tenemos abundante patrimonio religioso, artístico y cultural que ofrecemos a los visitantes. Hay templos llenos de arte y arquitectónicamente singulares; santuarios y ermitas, con valiosas y veneradas imágenes de especial encanto; rutas de fe, cultura y tradición, llenas de peregrinos, etc. También disponemos de un rico repertorio de fiestas populares, repletas de elementos y connotaciones cristianas.
Hay mucho que ofertar. No obstante, no se puede olvidar que una eficaz pastoral turística debe resaltar la trascendencia. El objetivo es propiciar también con el arte y el patrimonio cultural cristiano una experiencia religiosa. Es aquí donde la religión juega su papel, con la búsqueda del ser personal y la búsqueda de Dios en el arte y en el culto.
En el nº 2.667 de Vida Nueva.
