Los artistas cristianos despiertan la pasión por Dios

La Noche TalithaKum reunió por y para cristo a cantantes, bailarines y poetas

(Juan J. Loza Gómez) El encuentro de la noche TalithaKum se celebró el 12 julio en Mollina (Málaga), un pueblo situado a veinte kilómetros de Antequera. Los artistas cristianos reunieron a más de 800 personas, que compartieron emociones, experiencias y el Amor recibido de Dios. Un encuentro organizado por el arciprestazgo de la zona, con la colaboración del Secretariado de Juventud de la diócesis de Málaga y con la presencia de grupos de otras diócesis de Andalucía.

Para el coordinador del encuentro y párroco, Fermín Negre, “el encuentro evoca las palabras de Jesús a la hija de Jairo. No se pretende hacer un espectáculo, sino que lo espectacular pase por dentro de cada persona que participa, no es más que dejarnos bañar por el Agua viva del Espíritu”. La noche TalithaKum quiere despertar y avivar lo que está dormido, resucitar el entusiasmo y la pasión por Dios. “Tratamos de expresar nuestra fe con el lenguaje fresco de una guitarra, unas voces, un dibujo, una danza, un cuento”. El lema de esta V edición, “Como sal y luz”, hace referencia al Año Paulino. “San Pablo se hubiera hecho presente en este areópago formado por diversos artistas cristianos para seguir ofreciendo el sabor del Evangelio a un mundo cada vez más insípido desde estos nuevos lenguajes que, a la vez, son tan antiguos. Es necesario que se escuche la brisa del Espíritu de otras maneras”, afirma el sacerdote.

Como dice el refrán, sale el sol por Antequera y la luna por Mollina en la noche TalithaKum. Una noche en que las estrellas cubrieron el cielo y dieron anchura a las emociones. Fue, simplemente, una noche de Dios, al que se palpó por todas partes. Una noche en la que los diversos artistas dieron gratis los dones que han recibido. Entre otros, participaron el grupo ‘Brotes de Olivo’ y el cantautor Pedro Sosa, ambos de Huelva e Ixcís, en Málaga. También actuaron grupos de teatro y de danza contemplativa. Además, la exposición del dibujante Pachi, “De la A a la Z, la Palabra se hizo carne”, tuvo una cálida acogida. Letra a letra une el mensaje del Evangelio, la actualidad y el fino humor. Éste resaltó que “la comunión se vive en esta noche de oración. Gente de distintos lugares, edades, en momentos vitales y emocionales distintos, unidos por el lenguaje de la música, la danza, el dibujo. Todo esto es interpretado por un único autor, Jesús”. Bien entrada la madrugada, todos los grupos subieron al escenario para cantar, a una sola voz, el himno del encuentro.

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