El Gobierno quiere imponer su moral

(Juan Francisco Fernández Aguilar– Málaga) El Consejo Fiscal, órgano asesor del Fiscal General del Estado, repasando la normativa del anteproyecto de ley del aborto, ha mostrado su ‘no’ rotundo, pues éste no supera posiciones solventes de naturaleza jurídica e, incluso, la interpretación que hizo el Tribunal Constitucional en la sentencia de 1985 contra la ley de plazos, de la misma forma que se vulnera el artículo 15 de la Constitución Española, pues desprotege la vida indefensa del bebé no nacido, aumentándolo con la inclusión de niñas menores de 16 años, que podrían abortar sin estar los padres informados de ello.

En el tema del aborto, el único que impone su moral a toda la sociedad es quién legisla, es decir, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La propaganda a favor de la ampliación del aborto ha sido realmente epopéyica, llegándose a calificar a quienes están a favor de la vida de “clericales”, “integristas” y “retrógrados”.

En España no ha entrado en la cárcel ninguna mujer por abortar, como demagógicamente el Ejecutivo quiso presentar a la opinión pública. Las clínicas abortistas españolas, auténticos imperios lucrativos, reciben, además, suculentas subvenciones procedentes de fondos públicos, negándose éstas a las mujeres embarazadas con problemas económicos.

Durante la etapa presidencial de José María Aznar, la Iglesia católica también hizo públicos varios documentos contra el aborto y favorables a la vida desde la fecundación hasta la muerte natural, como es su doctrina bimilenaria: en 1983, La vida y el aborto; durante 1998 y 2000, escritos contra la píldora abortiva RU-486. Es decir, la Iglesia, a contracorriente, siempre defendiendo la vida humana de los más inocentes e indefensos.

Defender la vida de los bebés en el vientre materno es progreso auténtico, no se puede consentir que en pleno siglo XXI no se canalicen adopciones anónimamente, ni se ayude a las madres embarazas, ni se cuente para nada con la opinión del padre, que queda relegado discriminatoriamente al silencio ante el nuevo proyecto de vida que empieza con el milagro con explicación científica, que es la fecundación.

En  el nº 2.674 de Vida Nueva.

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