El aborto, ¿un derecho o un delito?

(José Paniego Rivero, S.G.- Torroella de Montgrí, Girona) El Punt Diari de Girona, el pasado 18 de septiembre, en su editorial afirmaba: El aborto es un derecho, no un delito. A primera vista, me pareció una afirmación un tanto arriesgada, por lo que quisiera demostrar en las siguientes líneas que es completamente errónea.

  • El mayor don que tenemos todos los seres humanos es el don de la vida. El derecho de respeto a la vida humana desde sus orígenes es un derecho histórico y, por tanto, reconocido por todas las culturas, pueblos y creencias. Incluso los animales, debido a su instinto, se afanan por proteger la vida de sus cachorros.
  • En los accidentes de tráfico, cuando entre las víctimas hay niños de corta edad, los periodistas hacen especialmente notar esta circunstancia. Si la sociedad es sensible a esto, ¿por qué no a la muerte de fetos de seis meses? Hace unos días, en la cadena de televisión de InterEconomía dieron un programa espeluznante, mostrando cientos de fetos de niños de varios meses abortados y echados al cubo de la basura. Una sociedad medianamente sensible y honesta no debería permitir llegar a este estado de degradación. Hasta hace unos años, las españolas iban abortar a algún país de Europa. Hoy, muchas europeas vienen a abortar a España.
  • Con los medios de anticoncepción que posee la sociedad actual, uno se pregunta: ¿cómo es posible que en España se llegue a más 100.000 abortos anuales? La única respuesta es que se ha llegado a tal grado de degradación sexual que es la causa de esta lacra de los abortos y otros males sociales: divorcios, violencia doméstica, agresiones sexuales, pederastias y otras malas hierbas.
  • Siguiendo los dictámenes de la ley natural, aceptados por todos los pueblos y culturas que nos han precedido -“Lo que no quieras para ti no lo hagas a los demás”-, diría al presidente Rodríguez Zapatero y a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído: ¿Hubierais querido para vosotros que vuestras madres, a los pocos días de ser engendrados, hubieran hecho uso de “su derecho al aborto”? Con esta decisión, no hubierais podido disfrutar del don de ser presidente y ministra, así como muchos otros.

Por último, creo que para conseguir que la sociedad de este tiempo llegara a considerar “el aborto como un delito y no un derecho”, se imponen una serie de medidas urgentes:

– Dar a la infancia y juventud una información y una educación sexual basadas en unos principios psicológicos, biológicos y morales sólidos.

– Control en los mass media de los programas que se emiten, tanto el contenido como en los horarios.

Compartir