Decíamos ayer (20 de marzo de 1976)

Iglesia

“Hay en la Iglesia cuatro o cinco cosas claras que no pueden discutirse ni cambiarse: el Evangelio, el amor al prójimo, el Papa que confirma en la fe, una cierta estructura sacramental. Y esto o se acepta o se niega, pero no se tergiversa ni se reduce a las categorías personales y a los caprichos individualistas. Si todos nos ponemos a ‘inventar’ la Iglesia que nos gusta, las habría a millones y algunas serían francamente divertidas. Pero serían perfectamente inútiles. La Iglesia es lo que es, siempre necesitada de reforma y de purificaciones. Pero sólo ella es garantía absoluta de verdad”.

En el nº 2.653 de Vida Nueva.

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