Decíamos ayer (14 enero 1989)

Tensión

“Cuando surgen las primeras divisiones entre los creyentes, se hace indispensable reforzar lo institucional para mantener la unidad y reforzar su apertura evangelizadora a todos los hombres.” “Pero es tan fácil que tratándose de ‘hombres prudentes’ –los que dirigen la Iglesia– se sacrifique la creatividad fruto de la inspiración a la seguridad humana que dan las estructuras institucionales… Por eso dice el Concilio que ‘quienes presiden la Iglesia’ tienen como primera obligación ‘no apagar el Espíritu’; no poner trabas excesivas a las inspiraciones del Espíritu” (cardenal Tarancón).

En el nº 2.644 de Vida Nueva.

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