Con la soga al cuello

(Juan Rubio)

  • Aunque no me fío de los libros que ajustan cuentas, tomo buena nota de lo que insinúan. Me ha sucedido con La Destitución, de José Antonio Zarzalejos, publicado en Península. Particularmente interesante es el capítulo dedicado a la COPE y al cardenal de Madrid. Llega  antes del anunciado por Jiménez Losantos y que no verá la luz de prosperar la noticia que corre por los mentideros de la Villa y Corte: su vuelta a la radio episcopal con condiciones pactadas, “todo atado y bien atado”, vieja fórmula galaica. Aunque parezca descabellado, no es extraño (¡maiora videbimus!), dada la deriva económica de la emisora, ante la que los obispos quedaron asombrados en la última Plenaria, aunque hubo quien se frotó las manos. Todo está en manos de Barriocanal, demostrada la incapacidad de Coronel de Palma, relegado a un puesto más que honorífico, para reconducir un problema enquistado y que alguien se ha atrevido a situar como “el principio del fin”, a no ser que se busquen alianzas accionariales con sus hipotecas ideológicas a favor de una visión eclesial concreta. En el libro de Zarzalejos, el capítulo de COPE arranca con la carta que le remitió el arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, Antonio Montero, mostrándole su “profundo malestar que se va intensificando por mis innumerables y frustradas tentativas de poner coto a esta situación”, refiriéndose a Losantos. Los obispos dejaron en manos de los hombres del cardenal de Madrid la búsqueda de una nueva estrategia que saque a COPE de la deriva económica. Parece que los monjes-soldados que pusieron piedras para su ruina, lanzan ahora sogas para salvarla, olvidando que COPE no es un problema empresarial ni gremial, sino un problema eclesial.
  • Y hablando de cosas más espirituales, hemos asistido en Córdoba al encuentro de sacerdotes andaluces con motivo del Año Sacerdotal. La urna con las reliquias de san Juan de Ávila, patrono del clero español, fueron trasladas desde Montilla para el evento. El santo será declarado en breve Doctor de la Iglesia. El expediente está listo, pese a absurdos retrasos de un curial dominico. Benedicto XVI conocía el expediente desde su paso por la Congregación para la Doctrina de la Fe y ahora rubricará esta declaración que equipara al santo con los otros doctores españoles de la Iglesia: Isidoro de Sevilla, Juan de la Cruz y Teresa de Jesús. A beneficio de inventario, reseñamos nombres que no pueden olvidarse en el agradecimiento: Rafael Torija e Infantes Florido, que se empeñaron en los inicios, tras la canonización. Igualmente, los sacerdotes Francisco Martín, Díaz Lorite, Lope Rubio y José Luis Moreno, éste ya fallecido. En los últimos años, Encarnación González y el cardenal Cañizares. Pronto la diócesis de Córdoba, con su nuevo obispo, fiel devoto del santo desde sus años de juventud, se hará cargo del templo jesuita de la Encarnación, en donde reposan sus restos y en donde potenciará el centro de espiritualidad avilista.
  • Y acabo señalando un problema que puede reverdecer en Valencia en relación a la Universidad Católica. Pesa sobre el arzobispo la responsabilidad de dar viabilidad a este proyecto con problemas financieros. Hace falta valentía para acometer un problema que cada día que avanza se deteriora más.

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Próxima visita de Zapatero al Papa


Será, probablemente, en junio. Las agendas del Vaticano y de la Moncloa se ajustan para un encuentro entre Benedicto XVI y Rodríguez Zapatero. Visita previa a la que el Papa realizará a España en noviembre. La excusa: la presidencia europea y la Jornada Mundial de la Juventud. No hay que perder de vista el deseo de ambos por suavizar las relaciones, enturbiadas por cuestiones más allá de las meramente doctrinales. Zaherido por la crisis económica y con muchos frentes abiertos, Zapatero no quiere ahondar más en su enfrentamiento con la Iglesia. En Roma, Vázquez y Cañizares ajustan calendario, al que Moncloa ha dado el visto bueno. En la cúpula de la Iglesia española se atisba cierto recelo y se ajustan detalles para que la visita sea eminentemente protocolaria.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

En el nº 2.707 de Vida Nueva.

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