EDUARDO CIERCO. POZUELO DE ALARCÓN (MADRID) | El doble Pliego de Juan González-Anleo en Vida Nueva (España, ¿una sociedad enferma?, en los números 2.813 y 2.814), me mueve a comentar que:
1. En la nota 24 del 2.814 se lee: “Una encuesta de Metroscopia ha revelado que el 80% de los ciudadanos opina que la Iglesia debe pagar el IBI”. Como no soy experto, me abstengo de opinar por cuenta propia sobre quién tiene razón. Como cristiano, sí estimo que, con un criterio social tan masivo, la Iglesia, tenga o no tenga razón “jurídica” o “moral”, está dando un peligroso contratestimonio religioso al no renunciar espontáneamente a los derechos que pueda tener. Más en tiempos de crisis tan aguda. Luego nos preguntamos por qué los templos están vacíos y la Iglesia es mal valorada en las encuestas.
2. Se apunta con acierto que los “indignados” carecen de “liderazgo”, de “estructura formal” y de “ideología”. Todo ello se explica por las mismas razones de las que dependió su nacimiento. Pero ellas no justifican que igualmente les falte estrategia.
¿Cuál es su máxima urgencia? Perdurar logrando de inmediato objetivos concretos en los que todos estemos de acuerdo y cuyo logro facilite prestigio y ganas de seguir ante nosotros mismos y ante otros. Por encima de ideologías, coincidimos en abominar de la corrupción. Como primera medida, podríamos conjurarnos a votar, sí, a votar siempre, pero solo a listas donde no figure ningún imputado. Las redes pasarían las consignas. Tampoco a partidos en cuyas circunscripciones existan altos cargos imputados, aunque estos no sean electivos.
A esta primera estrategia seguirían otras, todas sumadas a las ya puestas en marcha.
En el nº 2.817 de Vida Nueva.
Pueden enviar sus cartas con sugerencias o comentarios a: director.vidanueva@ppc-editorial.com
