(Vida Nueva) Como un bloque unitario. Así ha respondido la práctica totalidad de las fuerzas políticas y sociales al último comunicado de ETA, en el que los terroristas afirman que hace meses que decidieron no llevar a cabo “acciones armadas ofensivas”. Tomando como referencia el fracaso de las diez treguas anteriores –todas terminaron con la vuelta a los asesinatos–, la respuesta ha sido la de calificar la iniciativa de paso “insuficiente”. Y es que sólo cabe ya una respuesta por parte de ETA: su “desaparición”. Así lo ha afirmado, en una entrevista en Radio Popular, el obispo electo de Bilbao, Mario Iceta. Para él, “en una sociedad democrática no hay lugar para el terrorismo”. Convendría que tuvieran esto bien claro quienes pretenden imponer por la fuerza su peculiar concepción de la democracia. En ésta caben todos los modos posibles de hacer política. Por estrategias e ideologías. Lo demás, chantaje, violencia y terror, está fuera de los mínimos de convivencia que desean la sociedad vasca y la española.
En el nº 2.720 de Vida Nueva.
