Rouco y Aguirre sellan su colaboración de cara a la JMJ

El acuerdo establece el apoyo de Madrid en seguridad, alojamientos o transportes

(M. Á. Malavia) Con el objetivo de que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que Madrid albergará en 2011 sea “la mejor organizada de la historia”, la Comunidad de Madrid y el Arzobispado firmaron el martes 22 un convenio para establecer la implicación del ejecutivo regional en materias como seguridad, sanidad, alojamiento o transportes. El acuerdo se hizo visible con su firma por parte de la presidenta autonómica, Esperanza Aguirre, y el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

Aguirre explicó que el convenio fija, entre otras cosas, la cesión de albergues y centros públicos para el alojamiento de lo que se espera sea un contingente de más de un millón de peregrinos venidos de todos los rincones del mundo; también se dispondrán espacios públicos para la celebración de diversos tipos de encuentros y actos. Para facilitar la movilidad de los jóvenes a través de los medios de transporte, se les hará entrega de “los abonos turísticos que se determinen”.

Por otro lado, este acuerdo ha originado también algunas críticas. Ha sido el caso de las Juventudes Socialistas de Madrid. Su secretario general, Daniel Méndez, ha acusado a Aguirre de “intentar hacer de Madrid una región confesional al poner las instituciones al servicio de la Iglesia mientras margina a otros colectivos”. El representante socialista concretó su oposición al convenio en la cesión de centros escolares públicos y la facilitación de transporte gratuito.

No hay financiación

Más allá de los indudables beneficios económicos que, en estos tiempos de crisis, puede generar un evento internacional de este alcance, cabe recordar que la Comunidad de Madrid forma parte de una Comisión Mixta en la que también están integrados el Ayuntamiento de la capital y el Gobierno de España. Como destaca el equipo organizativo de la JMJ, “estas tres administraciones públicas colaboran en la organización del acontecimiento facilitando el uso de instalaciones y servicios públicos, pero no contribuyen económicamente. La JMJ se financia enteramente por las aportaciones de los jóvenes que participan y por las empresas asociadas al programa de patrocinios”.

En el nº 2.713 de Vida Nueva.

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